A las 09:00 de ayer, 14 inspectores de Trabajo, entre hombres y mujeres, llegaron a la plaza Churchill, en la intersección de la avenida González Suárez y Coruña, en el norte de Quito. Se concentraron en una carpa blanca, al lado norte de la plazoleta.
Se trataba de los funcionarios del Ministerio de Relaciones Laborales, que se preparaban para participar en la segunda fase de la campaña Empleo Doméstico Digno, destinada a controlar que los patronos paguen a sus empleadas no menos de USD 240 mensuales y las afilien a la Seguridad Social (IESS).
Cerca de las 09:15, los inspectores laborales escuchaban con atención a Danny Villacís, coordinador del Ministerio, quien daba las últimas indicaciones para iniciar los controles en el sector de la González Suárez, el único barrio donde ayer se llevó a cabo el proceso de control, en Quito.
Los funcionarios se repartieron por las calles aledañas. Unos iban a pie, otros se movilizaban en cinco camionetas del Ministerio.
Entre los primeros estaba Byron Cabrera, quien llevaba una carpeta llena de formularios. Ingresó al edificio Lorencia 2, donde se acercó al guardia y, luego de mostrarle su identificación, le pidió que llame a las empleadas domésticas que laboran en los departamentos.
El vigilante marcó el citófono y a los pocos minutos tres domésticas bajaron al ingreso del edificio y se sentaron en unas bancas, junto al inspector, para responder 13 preguntas del formulario.
María Lalangui, quien trabaja desde hace siete meses para Cecilia Álvarez, le explicó al inspector que gana USD 240 mensuales. Trabaja ocho horas y sí está afiliada al IESS.
Sin embargo, comentó que no cuenta con un contrato legalizado. El inspector le comentó que el registro del contrato se debe realizar en el Ministerio de Relaciones Laborales, que le avise a la señora. “No hay multa por esta situación”.
El problema de Lalangui fue el mismo de la mayoría de empleadas que visitaron los inspectores, cosa que se pudo evidenciar en el recorrido que hizo este Diario.
En Guayaquil, la visita de los inspectores se realizó en las urbanizaciones ubicadas entre los kilómetros 1 y 3 de la vía Puntilla – Samborondón. Desde las 08:00 de ayer fueron instaladas carpas de información en puntos clave como Entreríos, Los Lagos, Riocentro y las gasolineras del sector.
El personal contratado para esta tarea tiene título de Abogado o es egresado de la carrera de Derecho, como Walter Oyarvide, quien hace un mes celebró su incorporación en la Universidad de Guayaquil. Hasta las 16:00 de ayer había atendido a 21 personas, de las que no solo recolectó dudas, sino quejas por la presión que ciertas empleadas sufren de sus patronos, para evitar que den información sobre su situación laboral.
La urbanización Los Lagos fue una de las que brindó apertura para que se efectúe dicha operación. Uno de los inspectores del Ministerio de Relaciones Laborales, vestido de camisa azul, saco gris, pantalón negro y mocasines oscuros, quien prefirió omitir su nombre, dictaba un cuestionario que debían responder quienes trabajan como asistentes domésticas, jardineros, conductores y conserjes.
Preguntas frecuentes sobre empleo doméstico
¿Cómo se debe pagar a las personas que trabajan únicamente medio tiempo?
Estas personas trabajan bajo la figura de jornada parcial permanente. A ellos se debe pagar USD 120, equivalente a la mitad del salario básico unificado, el cual se otorga a quien trabaja la jornada completa.
¿Cuánto se le debe pagar a quien labora por horas?
Se le debe pagar el proporcional de las horas de trabajo que realiza durante el mes.
¿Cómo hacer el cálculo de los aportes al IESS para una persona que labora bajo esta modalidad de trabajo?
La aportación por jornada parcial se hace en base a los USD 120. El 9,35% paga la empleada y el 11,15% el patrono.
Si la empleada destruye un artículo de la casa, ¿el empleador tiene derecho a exigirle que pague por el objeto dañado?
La Ley determina que las empleadas domésticas no tienen que pagar una indemnización al patrono por daños de elementos. Tampoco se le debe descontar del salario por estos casos.
¿Qué pasa si la empleada doméstica no cumple su labor, porque desconoce cómo debe realizar sus tareas?
En ese caso queda en potestad del empleador si sigue contando con los servicios de la trabajadora. Si el patrono desea que la empleada conozca sobre todas las actividades que desea hacer puede hacerle firmar un contrato de aprendizaje previo.
¿Cuánto dura el período de prueba para las empleadas domésticas?
Dura quince días. Durante ese tiempo cualquiera de las partes, empleador o trabajadora, pueden rescindir el contrato.
¿La forma de pago de los fondos de reserva es la misma que la del resto de trabajadores?
Sí. A partir del decimotercer mes de trabajo se le debe pagar un monto equivalente al 8,33% del salario de la empleada. Se lo puede pagar de manera directa a la trabajadora o dejarlo en el IESS para capitalizar su fondo.
¿Se le debe indemnizar a una empleada si renuncia?
No. Lo único que se le debe cancelar es el proporcional de los décimos tercero y cuarto y de las vacaciones.
¿Por qué se debe tener un contrato escrito de labor?
Porque es un documento para mostrar que se ha trabajado.