La innovación tecnológica de los teléfonos celulares y otros aparatos es el principal incentivo para que sus ventas repunten en el país, según empresarios consultados.
Entre enero y octubre pasados, Ecuador importó USD 175 millones en teléfonos celulares. Es decir, el doble que en similar período del 2010, según datos procesados por la Dirección de Estudios de la Cámara de Industrias de Guayaquil. La base estadística fue tomada del Banco Central.
Pero la cifra no llega a niveles del 2009, cuando las compras bordearon los 300 millones.
Según Allan Hacay, gerente de producto de la División de Celulares de Samsung-Ecuador, lo que en algún momento fue novedoso, al poco tiempo dejó de serlo. De allí la alta rotación de aparatos.
Por ejemplo, todo el proceso de smartphones (teléfono inteligente en inglés) y tablets se ha vuelto aburrido para algunas personas, sostuvo. “Es que la interacción que tiene un cliente con las redes social se limita a subir fotos en la red o a comentar algo”, agregó. Por eso surgió otro producto.
En noviembre pasado, dos meses después de lanzar al mercado el innovador Galaxy II, fue presentado el Galaxy Note. Este último permite, además de los mecanismos tradicionales de comunicación, personalizar mensajes y crear dibujos en redes sociales utilizando la interface análoga.
Hasta noviembre del 2011, Samsung-Ecuador lanzó siete modelos de teléfonos celulares.
Roberto Aspiazu, presidente de la Asociación de Empresas de Telecomunicaciones (Asetel), aseguró que este es un mercado que tiene alta dinamia. “Hay un porcentaje aceptable de renovación de aparatos, porque abaratan sus costos y mejoran sus prestaciones. El usuario joven tiende a aprovecharlo de mejor manera”, dijo.
Por ser una herramienta de trabajo, los teléfonos celulares son considerados como un bien de capital. Incluso el Gobierno consideró a la conectividad como una política de Estado.
Según Aspiazu, la facturación de las telefónicas (servicio) será mayor cuando migre de voz a datos (descarga de películas, música, contenido, etc.).
Desde septiembre pasado, los empresarios deben obtener una licencia previa de importación para celulares, que no limita el volumen de compra, pero sí aumenta el control, según Aspiazu.
Otro rubro que gana espacio es el de electrodomésticos y línea blanca. Las importaciones fueron mayores en USD 6 millones a octubre de este año, comparado con similar período del 2010.
María Teresa Mancero, gerenta de Marketing de Panasonic-Ecuador, agrega a la innovación los mecanismos ligados al ahorro para el consumo de los artefactos y cuidado ambiental como ‘ganchos’ de ventas.
“Las líneas de mayor rotación y ventas han sido refrigeradoras, aires acondicionados, pantallas plasmas y LCD, cámaras digitales”, indicó Mancero.
En otro segmento, el lanzamiento principal de Panasonic este año fue el de los focos ahorradores, con la tecnología Inverter, que ahorra energía.
Dos medidas
Las licencias previas de importación entraron en vigencia en septiembre pasado para 42 subpartidas arancelarias, y aplica a sectores como teléfonos celulares, autos, llantas. Las licencias son emitidas por el Ministerio de Industrias.
El Impuesto de Salida de Divisas (ISD) subió del 2 al 5% desde finales de noviembre pasado e involucra a los importadores y todo lo que implique una salida de divisas. Las compras de materias primas o bienes de capital tendrán crédito tributario.
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