“La calidad del trabajo en América Latina deja mucho que desear”. Esa fue la conclusión a la que llegaron los empleadores, trabajadores y representantes gubernamentales que participaron durante la primera jornada de XVII Rreunión de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Un estudio elaborado por el Sistema de Información y Análisis Laboral (Sial) de la entidad revela que la informalidad de los trabajadores de la región creció del 53,6% al 53,8% durante el último año.
“Pese a que la variación no es alta sí es preocupante que la gente no pueda acceder a empleos dignos.”, señaló Miguel del Cid, titular del Sial.
Explicó que la informalidad gira en la región en torno a tres niveles: quienes trabajan en una empresa formal pero no están afiliados a la seguridad social ni reciben beneficios; los que trabajan de forma independiente (el sector formal o informal) y tampoco tienen beneficios; y las personas del trabajo doméstico, que en su mayoría no cuentan con protección social.
Según el último informe de la OIT, la informalidad en el Ecuador alcanzó cerca del 43%.
“Aunque hay esfuerzos del Gobierno para formalizar varios sectores laborales como el del empleo doméstico, es importante poner en marcha políticas concretas”, señaló Jaime Arciniega, presidente de la Federación de Trabajadoras y trabajadores del Ecuador, quien acudió como observador a la reunión del sector trabajador.
El planteamiento del sindicalista con respecto a Ecuador es el mismo que propuso Juan Somalia, director de la Organización Mundial del Trabajo (OIT).
Él asegura que cuatro son los pilares básicos para la obtención de un trabajo decente: capacitación profesional, sueldos justos, mejoramiento de la institucionalidad laboral y acceso a seguridad social.
Este último tema fue destacado como de trascendental importancia ya que el acceso es mínimo. En Ecuador, por ejemplo, 1 700 000 personas están afiliadas al Instituto Ecuatoriana de Seguridad Social (IESS), frente al total de la población económicamente activa que asciende a 4 509 076 individuos.
Este año se han realizado algunas campañas para lograr afiliar a mayor cantidad de trabajadores del sector informal, principalmente empleadas domésticas y personas que trabajan en empresas formales sin recibir beneficios de Ley.
La meta, de acuerdo al IESS, es que un millón de trabajadores no afiliados se registren, sin embargo, el titular de la entidad no ha dado hasta el momento cifras del crecimiento de las afiliaciones.
“Hay que crear un piso de protección social. Las Naciones Unidas ya han movilizado recursos para que impulsar el acceso a servicios sociales y transferencias monetarias”, señaló Somalia.
Sin embargo, para él no basta afiliar a la gente ya que afirma que la obtención de un empleo justo debe estar estrechamente ligada al manejo macroeconómico de cada país.
El sistema financiero, por ejemplo, debe apuntar a canalizar recursos hacia el ahorro y la inversión productiva, elementos que permiten obtener empleos sostenibles.
En ello coincidieron los empleadores, entre los que se encontraba José Centeno, en representación de este gremio del país.
Sin embargo, se mostraron preocupados ante las declaraciones hechas por Somavía durante el evento con respecto a la incierta recuperación de la economía del mundo y el retroceso de América Latina el próximo año, que de acuerdo a la CEPAL reducirá su crecimiento del 6% al 4,2%.
El desempleo en América Latina se ubicará en 7,3% en 2011-
La reunión se inauguró ayer a las 17:00. En el evento estuvieron presentes autoridades de Chile y representantes de 35 países del Continente.
El representante del SIAL prefirió no entregar los datos por país. Señaló que eso se entregará en un informe en enero.