Ante el anuncio del Gobierno de enviar una nueva reforma tributaria a la Asamblea Nacional para crear nuevos impuestos y financiar el presupuesto del sector Salud y cuidar el ambiente, la Cámara de Industriales de Guayaquil señaló que el objetivo es loable.
Pero en vez de incrementar los impuestos con este propósito, el Gobierno “debería hacer una evaluación del gasto público, para ajustarlo de tal manera que permita financiar dichos programas sin necesidad de imponer más impuestos, que a la larga terminan castigando a la economía popular, porque todo impuesto se refleja en aumento de costos; y, por ende, se incrementan los precios reactivando la inflación, con lo que se afecta a la capacidad adquisitiva de los salarios”.
Desde 2007 hasta 2010, el gasto público en sueldos y salarios pasó de USD 3 693 millones a 6 786 millones, es decir un incremento del 83,7% en el período. En ese mismo período, el PIB creció 27,4%.
Según la Cámara, lo que se advierte es el reforzamiento de la pretensión de que el Estado -por encima de las preferencias de los ciudadanos- sea el que determine de manera absoluta, qué es lo que se debe consumir o adquirir, disfrazando esta pretensión de “impuestos verdes”.
Asimismo, si el objetivo es disuadir el consumo de combustibles para reducir la contaminación ambiental, lo más lógico sería eliminar el subsidio a la gasolina, que para el 2011 está presupuestado en más de USD 631 millones, solo para cubrir las importaciones. Si se agrega el consumo de la producción nacional, este subsidio superaría los USD 1 000 millones.
El gremio lamenta que pese a las declaraciones de voceros del Gobierno, sobre la complementación entre los sectores públicos y privado, para esta propuesta de aumento de impuestos ni siquiera se lo haya tomado en cuenta.
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