Con una inversión de USD 2,5 millones, la compañía Imfrisa inauguró una nueva planta de ensamblaje de sistemas de suspensión, en Quito.
La firma, que pertenece al grupo colombiano Chaidneme, arma 96 sistemas de suspensión diarios compuestos por amortiguadores, discos y pastillas de frenos, entre otras piezas, que son fabricadas en Colombia y Corea.
Estos elementos ensamblados se entregan en la fábrica de General Motors en Ecuador, Ómnibus BB, para la fabricación de los modelos Aveo y Grand Vitara SZ.
Durante 38 años Imfrisa se dedicó a la importación de repuestos automotrices, pero en los últimos seis meses le dio un giro a su negocio para ensamblar componentes que antes se importaban terminados al país.
La ministra de Industrias, Verónica Sión, quien estuvo en la inauguración de la planta, indicó que la iniciativa busca aumentar el valor agregado nacional dentro del sector automotor.
Con este tipo de fábricas, dijo, se espera que este último se incremente del 14 al 20% en los próximos años.
El gerente de Imfrisa, Luis Carlos García, aseguró que la firma proyecta la fabricación de amortiguadores en el país.
Explicó que la planta ha generado 25 nuevas plazas de trabajo, además de que opera con tecnología coreana de punta para el ensamblaje y el control de calidad de los productos.
Según García, otras industrias colombianas están instalando en el país plantas similares como es el caso de la marca de silenciadores y escapes Umo y la fabricante de sistemas de aire acondicionado Faaca. Por eso llamó a otras fábricas de autopartes para que se unan en este tipo de iniciativas y aumenten el valor añadido nacional a sus productos.
El Gobierno tiene como objetivo sustituir USD 800 millones en importaciones en los próximos tres años. En el sector automotor se estima una sustitución por USD 135 millones.