El IESS y el SRI embargaron a Ícaro

En el SRI. Santiago Cadena (izq). Marcelo León y Joselo Castillo del SRI  explicaron la situación de Ícaro. Paúl RivasEL COMERCIO

En el SRI. Santiago Cadena (izq). Marcelo León y Joselo Castillo del SRI explicaron la situación de Ícaro. Paúl RivasEL COMERCIO

Los bienes a nombre de Ícaro y de sus representantes legales deben ser subastados para cubrir pagos superiores a USD 16 millones que exigen el Servicio de Rentas Internas (SRI) y el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) de la aerolínea en proceso de disolución desde mayo pasado.

Las entidades iniciaron un juicio coactivo contra Ícaro al determinar que en el 2004 y el 2005, la empresa dejó ese monto en Impuesto a la Renta e IVA.

Para cubrir parte de la deuda, el SRI ha retenido fondos en cuentas corriente y de ahorros e inversiones de la empresa por cerca de USD 900 000, indicó el director de la Regional Norte de esa institución, Marcelo León.

La tarde de ayer, la misma entidad realizó una subasta de 67 marcas y eslóganes de la aerolínea, valorados en USD 660 500. Sin embargo, ninguna oferta se presentó para ese tipo de bienes.

Durante el proceso de subasta, el representante legal de Air Fuel Hunting SA, Efraín Pérez, manifestó que esa empresa era la dueña de todas las marcas de Ícaro y que desde el 2003, las había cedido a la aerolínea, por lo cual no procedía su subasta.

Ante ello, León argumentó que esa firma solo tenía posesión de una de las marcas por lo que sí procedía la subasta.

Luego de que ninguna oferta se presentara, el funcionario explicó que el SRI tiene la facultad de convocar a dos procesos más.

Aunque la Ley no determina plazos para ello, explicó que en la siguiente subasta la base mínima con la que podrán participar los oferentes es del 50% del valor estimado de las marcas.

Si en esa convocatoria no hay oferentes, el SRI tendrá la facultad de vender de manera directa las 67 marcas y eslóganes. Y si al final del día, la entidad no puede recaudar fondos por esos productos, los podrá donar a otra entidad del Estado, señaló León.

Aunque dijo que las marcas de Ícaro podrían ser valoradas por agencias de viajes o de turismo, además de estudios jurídicos, señaló que no tienen mayor demanda en el país porque son bienes intangibles, diferentes a los ofertados en otras subastas como autos, edificios o terrenos.

Santiago Cabrera, funcionario de recaudación del SRI, explicó que para cubrir el resto de la deuda de Ícaro, se preven hacer nuevas subastas de otro tipo de bienes como vehículos y terrenos.

Sin embargo, aclaró que no se podrán embargar aviones porque el único Boeing 737 que Ícaro tenía a su nombre está bajo un proceso de coactivas del IESS.

“Tenemos conocimiento que es parte de un proceso coactivo que lo maneja el IESS.”, señaló Cabrera. Este Diario buscó la versión del IESS respecto al proceso y la deuda que Ícaro mantiene con la entidad pero no recibió respuesta.

También se buscó la versión de los directivos de Ícaro pero se informó que no darían declaraciones a medios de comunicación.

La aerolínea opera con dos Boeing 737 para el transporte masivo de pasajeros, dos helicópteros y cuatro avionetas Cessna, que según la autoridad tributaria no están a su nombre.

Según el SRI, Ícaro apeló a la deuda de USD 16 millones por el presunto no pago de impuestos ante el Tribunal Distrital de Pichincha. Sin embargo, para ello debía presentar una garantía del 10% del monto, pero esta fue rechazada porque pertenecía a una compañía de seguros con sede en el extranjero.

La cronología
2004 - 2005
Según el Servicio de Rentas Internas (SRI), Ícaro no reportó un monto de USD 16 millones por Impuesto a la Renta e IVA durante los ejercicios fiscales 2004 y 2005.

2006 - 2009
Durante ese período, la aerolínea impugna la deuda del SRI ante el Tribunal Distrital, sin embargo sus apelaciones son rechazadas.

Diciembre 2010
El SRI inicia el proceso de coactivas de los bienes de Ícaro. Advierte que se podrían subastar vehículos, terrenos y las marcas y eslóganes de la empresa.

Mayo 2011
Ícaro convoca a una junta general de accionistas y resuelve disolverse de forma voluntaria ante problemas internos. En consecuencia reduce sus frecuencias.

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