Víctor Tapia ha visto cómo se deteriora poco a poco la casa en donde iba a vivir. En el 2006 reservó con USD 2 000 una vivienda en el Conjunto Alcázar de Jipiro II, en el nororiente de Loja. En ese entonces este proyecto de la ex Mutualista Benalcázar se vendía en planos, por lo que acordó con la entidad completar una entrada de USD 7 750 durante los 10 meses siguientes. La casa tenía un costo total de USD 38 500. Sus cuotas de USD 575 fueron pagadas, según dice, puntualmente, pues terminado el plazo le ofrecieron entregar la vivienda. El saldo restante iba a ser financiado con un crédito de la misma Benalcázar, pero no se concretó. La construcción del conjunto habitacional se alargó y para su sorpresa, el 7 de mayo del 2008 la Junta Bancaria decidió cerrar la Mutualista por falta de solvencia. Ya pasaron dos años desde entonces y Tapia no recibe ninguna solución. “El conjunto parece una selva. Los materiales se están resquebrajando por las lluvias”. En esta situación están otras 144 personas, quienes pagaron la cuota de entrada o han venido pagando los créditos que aprobó la Mutualista antes de su cierre. A Tapia le informaron que hasta el 15 de mayo pasado, el Seguro Social asumiría este y otros seis proyectos inmobiliarios: Alcalá del Valle, Fontana 1 y Fontana 2, Portal de Mallorca, Portal de Granada, Portón de Linares 2.Y ayer la Superintendencia de Bancos confirmó que el IESS adquirirá los siete proyectos por USD 14,7 millones y otros bienes inmobiliarios por 5,5 millones. Este monto es menor en USD 1,7 millones a los avalúos que realizó la Asociación de Peritos Avaluadores del Ecuador (AEPA) en junio del 2008 (ver cuadro).Almeida explicó que esto se debe a que en la primera subasta no se presentaron ofertas por el valor total de los proyectos. En la segunda convocatoria, que tenía un descuento del 20%, tampoco hubo interesados. El IESS se interesó luego de la segunda licitación y ofreció poco más del 80%. Eduardo Almeida, presidente de la Junta de Acreedores, espera que este acuerdo con el IESS se concrete los primeros días de julio, una vez que se constituyan los fideicomisos (patrimonio autónomo) para cada proyecto.
Además, el propósito del IESS es recuperar los USD 10,6 millones que colocó en la Benalcázar antes de que cerrara y tener un rendimiento adicional. Eva García, presidenta de la Comisión Técnica de Inversiones del IESS, señaló que en el peor escenario se espera una ganancia del 9% con la venta de departamentos y casas.Descontada la acreencia del IESS, a la Mutualista le quedan unos USD 9,6 millones para pagar a 245 personas naturales y al resto de acreedores jurídicos públicos y privados. El Banco Ecuatoriano de la Vivienda (BEV), por su parte, también compró USD 6,2 millones de la cartera hipotecaria que ha venido administrando desde que se cerró la Benalcázar. El BEV recibió en el 2008 una cartera de USD 28 millones. Mediante su cobro debía recuperar los 19 millones que pagó a los acreedores de la Mutualista. El resto debía devolverlo, pero optó más bien por comprar una parte. Con la participación del IESS, finalmente Tapia tiene la esperanza de que pronto podrá cambiarse a su casa propia. Se prevé que la construcción de los siete proyectos termine en dos años.