El Gobierno rebuscó en la normativa de comercio una serie de artículos para justificar una restricción a la importación de celulares.
La medida es una copia reducida de lo que pasó en el 2009, cuando la caída de los precios del petróleo amenazaba con dejar sin liquidez el mercado local.
La situación actual es menos dramática que hace tres años, cuando el barril de crudo ecuatoriano cayó por debajo de USD 30. De ahí que la medida se ha focalizado en los celulares. Si las cosas empeoran, es previsible que aumente la lista de productos con cupos.
El escenario actual no es preocupante. El precio del crudo ecuatoriano bordea los USD 86, un 9% más de lo presupuestado para el presente año, pero mucho menos de los USD 106 registrados en los primeros cuatro meses del año.
La buena noticia es que el Fisco recibió alrededor de USD 700 millones extras entre enero y abril pasados, por los mayores precios del crudo. La mala noticia es que ya se gastó todo -como en el 2008- y no tiene ahorros para enfrentar una eventual crisis económica.
Las autoridades económicas están monitoreando con más frecuencia las cuentas de la balanza comercial del país. Han visto que los ingresos petroleros ya no serán suficientes para cubrir las importaciones del país, lo cual hará más visible el déficit de la balanza comercial no petrolera.
El año pasado llegó a la cifra histórica de USD 8500 millones y este año va rumbo a los USD 9 000 millones. Sin acuerdos comerciales a la vista, el volumen de las exportaciones del país -sin crudo- tenderán a la baja. De hecho, cayeron 6% entre enero y abril del 2012.