Entrevista a Carol Chehab, investigadora del Observatorio de Comercio Exterior.
¿La imposición de aranceles para equilibrar la balanza de pagos fue acertada?
La medida funcionó para el tiempo en que se fijó, es decir, un año. En ese lapso el Gobierno cumplió su meta de reducir en más de USD 1 500 millones las importaciones, que a inicios del 2009 superaron en 403,1 millones a las exportaciones.
¿Esto indica que apenas se cumplió el plazo las importaciones volvieron a crecer?
Indudablemente. Al retirar cualquier tipo de restricción es normal que las cosas vuelvan a comportarse como antes. En este caso el proceso fue paulatino dado que el levantamiento de las salvaguardias se produjo por fases.
¿Este incremento de las compras solo se explica por el lado de las 627 partidas sobre las que se impusieron las salvaguardias?
No, porque también hay un incremento de los combustibles y lubricantes, los cuales no estaban dentro de las partidas con salvaguardias. Aunque también aumentaron las ventas de los bienes de consumo, que sí estaban dentro de la lista del Consejo de Comercio Exterior (Comexi).
¿Cómo evitar el crecimiento desmedido de importaciones, que genere otra vez un desequilibrio en la balanza?
No hay que pensar en cómo evitar las compras al exterior sino en la manera para sacar adelante a la industria nacional, sin necesidad de poner medidas restrictivas, las cuales son de carácter temporal.
¿Cómo lograrlo?
A través de la inversión pública y privada en varios sectores, principalmente en calzados y textiles, que son los más sensibles.
Pero estos sectores no están desprotegidos…
Precisamente. Ellos cuentan en el momento con aranceles específicos pero de igual forma son temporales. La idea es que cuenten con la protección hasta que ganen competitividad a nivel interno, pero también frente a los mercados internacionales.
Es decir, la medida solo se sostendrá en mediano plazo.
Sí. Esos sectores tienen que prepararse porque en aproximadamente siete años se liberarán las barreras arancelarias impuestas a los países del Mercosur. La apertura principalmente será para el mercado brasileño.
¿En qué deberá consistir la preparación para poder afrontar a los mercados con economías más fuertes?
Acceso a capacitación, innovación, tecnología, financiamiento, mejoramiento de los esquemas de asociatividad (para que permitan la venta en volumen). Esto permitirá estar listos en el momento que bajen las tasas.
¿Cree que el Gobierno está desarrollando las acciones necesarias para el impulso de estos y de otros sectores?
Sí. Un ejemplo de ello es la elaboración del Código de la Producción. Pero, hay que aclarar que lo importante no es crear normativas sino aplicarlas. Y las normativas también deben estar encaminadas para el impulso de las exportaciones.
¿Cuál sería el escenario si el país hubiera contado con mecanismos desde el 2009?
Las exportaciones, por ejemplo, no hubieran caído en un 26%. Esta fue una tasa bastante más alta que la reducción de las importaciones, que fue del 19%. Esto ocasionó que a pesar de las medidas de defensa exista un déficit de la balanza comercial.
¿Este déficit podría repetirse si las importaciones se incrementan este año?
Sucedería si las exportaciones decayeran. Pero, al momento las cifras del Banco Central del Ecuador muestran que existe un superávit de USD 45,6 millones en el período enero – mayo 2010.
Pero, ante la tendencia del incremento de las importaciones, ¿sería factible poner salvaguardias a largo plazo?
No. Porque este tipo de medidas son temporales. Lo máximo que se puede extender aranceles de este tipo son tres años, siempre y cuando el país pruebe que enfrenta desequilibrios.
¿El país podría aplicar esa alternativa extrema?
Insisto que no hay que pensar en medidas momentáneas sino estructurales. Como le dije anteriormente se debe dinamizar las exportaciones. Pero, no solo debemos vender materias primas sino otro tipo de productos.
¿Como cuáles?
Elaborados, productos que tengan valor agregado.
Pero actualmente hay productos de este tipo que el país está exportando…
Sí, como chocolates, enlatados, galletas de quinua, café procesado, etc. Pero, son productos que todavía no implican mayor volumen de exportación. Es una actividad que en estos momentos tiene un carácter incipiente.
¿Qué otras exportaciones se debieran desarrollar?
Las de productos relacionados con el sector industrial. La idea es permitir la estabilización del intercambio comercial asegurando un superávit, sin que Ecuador dependa del petróleo cuyos precios tienen fluctuaciones altas y pueden convertir las balanzas comerciales de positivas a desfavorables en un corto período.
¿Estos procesos necesariamente deben acompañarse de políticas de Estado?
Por supuesto. De innovación, desarrollo tecnológico, diversificación productiva, financiamiento, comerciales, etc.
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su experiencia. Investigadora del Observatorio de Comercio Exterior. Economista y máster en finanzas y comercio. Trabajó en SICA.
Su punto de vista. Las salvaguardias funcionaron en el tiempo para las que se fijó. Ahora hay que impulsar a la producción y las exportaciones.