La Corporación Andina de Fomento (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Latinoamericano de Reservas (Flar) se han convertido en las fuentes de financiamiento del país.
Mientras que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), a pesar de ser fuentes recurrentes de créditos en el pasado, ahora se mantienen al margen por diferencias ideológicas con el Régimen.
En ese escenario, hasta el momento el Régimen ha logrado concretar créditos por USD 350 millones con el BID, para financiar obras de infraestructura y mantenimiento vial, y USD 200 millones con la CAF para programas de saneamiento ambiental y de líneas de crédito que se entregarán a través de la Corporación Financiera Nacional (CFN).
En el caso del BID, el crédito es el primer desembolso de un total de USD 1 000 millones ofrecidos al país, en octubre de 2009.
Sobre el Flar; el crédito otorgado en julio del año pasado, por USD 480 millones dejó sin posibilidad de recurrir a más peticiones, al menos hasta acabar de cancelar los haberes.
El analista de mercados, Patricio Vivero, explica que si bien estos organismos tienen grandes cantidades de dinero para ofrecer a los países socios, “todo depende de los proyectos que se les presente y del riesgo de invertir en ellos. Es decir, que socios con problemas de pago no tendrán mucha capacidad de maniobra, como es el caso de Ecuador. Considero que para este año, no habrá más compromisos”.
De hecho, en el último desembolso del BID, el organismo señaló que en Ecuador se detectó “debilidad institucional e insuficiencia en el seguimiento de las obras”. Por lo que el BID exigió “informes semestrales”.
Cosa similar pasó con el Flar, que obligó al país a no declarar ilegítimos sus créditos y a mantener invertidos USD 250 millones en la entidad.