Las recargas electrónicas que realizan los usuarios en sus teléfonos celulares se multiplicaron en los tres últimos años. El 80 y 98% de estas transacciones se realizó virtualmente hasta el mes pasado.
La banca fue el primer sector en dar este servicio de recargas, luego se sumaron las cadenas de farmacias, supermercados y finalmente las tiendas, bazares, etc.
Así, las tarjetas físicas con la famosa ‘raspadita’, donde se promocionaban los rostros de cantantes, personajes de televisión o reinas de belleza prácticamente han desaparecido del mercado.
Según Movistar, este tipo de recargas hoy le representa el 2% de las ventas, mientras que las electrónicas suman 98%. En la operadora Claro la modalidad de recarga electrónica en la compra de tiempo aire reemplazó a las tarjetas prepago en el 2009. “Iniciamos con 10% de venta virtual y actualmente alcanzamos más del 80% de este tipo de recarga”.
Las operadoras señalaron que por la penetración de telefonía móvil en el país (16, 6 millones de líneas hasta octubre pasado) las recargas se convirtieron en un producto de consumo masivo; de ahí la necesidad de facilitar el acceso. Movistar señaló que el 80% de sus recargas se realizan en los negocios pequeños (48 000).
Pero, los usuarios enfrentan un problema al recargar saldo en algunos locales autorizados por las operadoras. Aunque no se ha cuantificado, varios comerciantes recurren a un cobro extra de USD 0,10 más por recarga. Así, los abonados que solicitan de USD 1 de saldo deben cancelar 1,10, costo que se multiplica si el valor de la recarga sube.
Luciano Vargas, estudiante universitario, señala que cerca de su centro, en el valle, pidió USD 3 de saldo pero le cobraron 0,30 más. “Creí que era normal”, dijo.
En un recorrido que realizó este Diario, en el sur, centro y el valle de Los Chillos, en Quito, en 11 locales, se constató que en nueve cobraban este valor extra.
Los comerciantes atribuyen este cobro a las bajas utilidades que obtienen de las operadoras y a las inversiones que realizan en sus locales: compra de bases celulares para hacer recargas, Internet y pago de los servicios básicos.
Eddy P., propietario de un local que vende accesorios y recargas móviles, recuerda que inició su negocio en el 2001. En esa época su fuerte era la venta de tarjetas. En el ‘boom’ recibía comisiones del 15%: al vender una tarjeta de USD 10 ganaba 1,50.
Eso cambió a partir del 2008. Eddy P. señala que después de la renegociación de contratos entre las operadoras y el Estado, las empresas bajaron paulatinamente las comisiones de sus distribuidores hasta dejarlas en 5%.
Con esta versión coincide Esther A., propietaria de una tienda en el sur de Quito, quien dijo que por cada USD 30 de recarga, ella recibe 1,35. “La ganancia es mínima”. Es por ello que recurre a cobrar un valor extra (USD 0,10) de lo contrario “no es negocio”.
Las operadoras aclararon que tienen contratos firmados con sus distribuidores en los cuales se especifica que el cobro adicional está prohibido. A través de afiches y mensajes recuerdan sus clientes que no deben pagar más por la recarga. Según Movistar, la venta de recargas por punto (sobre todo en pequeños negocios) ha aumentado exponencialmente. “Los beneficios por comisiones dependen en gran medida del volumen vendido, y ha permitido aumentar los ingresos de estos locales”.
La parte legal
El cobro adicional de USD 0,10 es sancionado por la Superintendencia de Telecomunicaciones (Supertel). Según el organismo, la responsabilidad del cobro extra recae en las operadoras por no controlar la cadena de comercialización. Así lo establece la cláusula 41 de los contratos de concesión, establece: “en la prestación de los servicios, la Sociedad Concesionaria (la operadora) respetará los derechos de los usuarios (…) será responsable por las acciones que se deriven de la transgresión a dichos derechos en la prestación de tales servicios, así como por las condiciones deficientes de los productos y servicios que se ofrezcan”. La Supertel mencionó que por el cobro de USD 0,10 más, el 30 de marzo pasado se emitió la Resolución ST-201 2-0144, sancionando a Claro con USD 200 por “no realizar una supervisión y control efectivos”. El problema se dio en el local ‘Tus recargas cabinas en Nueva Loja’ (Lago Agrio).
Asimismo, la Supertel explicó que ha mantenido reuniones con las operadoras móviles sobre este tema, en vista de que esta problemática es cada vez más recurrente al realizar las recargas.
La finalidad es tomar medidas para que de alguna manera “esta mala práctica de cobros adicionales se elimine al momento de que los usuarios requieran realizar recargas”. En ese sentido, el acuerdo es que las firmas deben informar a la Supertel sus acciones para controlar la cadena de recargas.
Las denuncias
En Movistar los usuarios que se sientan perjudicados en el cobro de recargas pueden denunciar en www.movistar.com.ec.
Para denunciar en Claro el usuario debe llamar *611 donde será atendido por un operador.
El canal de denuncias de la Supertel para temas referentes con su control es el 1800 567 567.