En materia de política económica, los analistas coinciden en que el hecho positivo de la gestión de Rafael Correa es la alta dosis de inversión pública en educación, salud e infraestructura.
Sin embargo, Pablo Lucio Paredes considera que pese a esos avances hay muy pobres resultados. “El crecimiento de la economía fue del orden de 3,5% promedio anual, lo que es apenas similar a la larga noche neoliberal a pesar de disponer de muchos más recursos. El Gobierno ha tenido enormes ventajas, con recursos nunca antes vistos. Tanto aparente esfuerzo, tanto recurso para mediocres resultados ”.
El hermano del Mandatario, Fabricio Correa, en una entrevista con el Buró de Análisis Informativo, también hizo énfasis en ello. “Este Gobierno ha contado con cuatro veces el presupuesto de los demás presidentes. El Presupuesto de este año es de USD 24 000 millones y recibió con USD 6 000 millones. Se han gastado USD 70 000 millones. Alucinante. En cuatro años gastó lo que los otros gobiernos gastaron en 15. ¿Qué se ha hecho con toda esa plata?”.
Pero el secretario nacional de Planificación, René Ramírez, defiende los esfuerzos realizados por el Régimen y resalta que esos logros se han visto reflejados en “una mejora sustancial de la estructura del Estado, en una menor desigualdad entre los ecuatorianos, en el aumento de plazas de empleo y en grandes inversiones en la salud y educación”.
Daniel Legara, del Centro de Investigación y Análisis de Políticas Públicas, tampoco desmerece el esfuerzo realizado estos años, pero alerta de que la política económica aplicada es “riesgosa”.
“Hubo cambios en la forma de determinar qué es un gasto corriente y qué uno de inversión. Hay muchos gastos corrientes que ahora se dicen de inversión. Por ejemplo, hay gastos alarmantes en publicidad y eso no se registra como corriente. Con este excesivo gasto, cuando no hay financiamiento, los correctivos llegan con más impuestos o deuda”.
En eso coincide Alejandro Trapé, director del Instituto de Competitividad de ADEN Business School. “Si bien es destacable el notable aumento de la inversión en las áreas sociales, dichos incrementos en el gasto e inversión deberían verificarse en un mejoramiento de la calidad en la atención, por ejemplo. Lastimosamente, se cuestiona la calidad del gasto público pues los resultados derivados de la mayor inversión no son equivalentes”.
Para el analista Julio José Prado, “hay suficiente dinero en el país, pero el gasto es más alto de lo que históricamente se ha registrado. Lo que se está haciendo es conseguir más dinero (a través de aumentar impuestos) para tratar que el hueco no sea tan grande”.
“El Gobierno ha llegado a tener un claro problema de liquidez para atender las necesidades de varios sectores, como el que se presenta hoy en el sector salud”, sentenció Pablo Dávila, presidente de la Cámara de Industrias y Producción.