El medio billón de euros que el Banco Central Europeo inyectó en el sistema financiero otorga un tiempo valioso a los castigados bancos del bloque, pero no podrá eliminar la amenaza de un recorte de la calificación, dijo un ejecutivo de alto rango de Standard & Poor’s.
La agencia puso este mes la calificación de casi toda la zona del euro y de a algunos de sus bancos más grandes, incluyendo a Deutsche Bank, BNP Paribas, Societe Generale y UniCredit, bajo observación con implicancias negativas.
En una entrevista telefónica con Reuters el viernes, el director gerente de la división de Instituciones Financieras de S&P, Scott Bugie, dijo que la inyección sin precedentes de préstamos a tres años por el BCE de esta semana es un paso positivo. Pero advirtió que eso no resolvería los problemas claves de los bancos, como su abultada deuda. “La medida en sí misma no llevará a ninguna mejoría en la calificación crediticia (de los bancos),” dijo Bugie.
“La operación fue algo muy grande. Es medio billón de euros de dinero a tres años a una tasa ultra baja. Sin embargo no está solucionando los temas fundamentales. Está trasladando el problema para mucho más adelante en lugar de un poco más adelante, pero al final está trasladando el problema para más adelante”, dijo.
Si bien el BCE sigue siendo muy reacio a incrementar las compras de deuda de los atribulados estados de la zona del euro -una medida que muchos economistas consideran podría ser el único camino para asumir la crisis de la región- ha dicho que está listo para dar financiamiento sin límites para que los bancos no sucumban.
Bugie dijo que la acción del BCE muestra que está comprometido a solucionar la crisis, y si bien ha empujado la potencialmente problemática interrelación entre los bancos sobreendeudados y los países a nuevos niveles, dio un vital oxígeno. “La acción del BCE no cambia el panorama fundamental pero sí compra un tiempo valioso y será tomada en cuenta cuando realicemos nuestro análisis para decidir las calificaciones”, dijo. “Profundiza la simbiosis entre las deudas soberanas y los bancos, trasladar el riesgo de un lado a otro. También agrega un gran interrogante respecto a cómo los gobiernos y los bancos centrales retirarán sus estímulos”, concluyó.
No se espera que el S&P dé a conocer su muy esperado veredicto sobre las calificaciones de deuda de los 15 países de la zona euro hasta enero, dijeron el viernes a Reuters dos fuentes gubernamentales independientes.
Al tener actualmente la agencia a más de la mitad de las calificaciones de los bancos europeos en perspectiva negativa -y mucho de ellos en lo que denominan “con observación negativa” que significa que un recorte de la calificación a cercano plazo es probable- Bugie agregó que el 2012 podría ser un año turbulento. “Estamos viendo un tempestuoso 2012, el primer trimestre será muy duro”, dijo. “Para Italia, será realmente una prueba (porque enfrenta enormes vencimientos de deuda)”, completó.