Para entender a los empleados, clientes e inversionistas hay que comprender su psicología, asevera Chip Conley, fundador de las cadenas de hoteles-boutique Joie de Vivre. “Al no satisfacer las necesidades del empleado, este no será feliz y no disfrutará su labor”.
El estadounidense dictó ayer una conferencia en el Foro de Estrategia de Empresario a Empresario, en el Hotel Hilton Colón, en Guayaquil. La firma Vivre facturó USD 250 millones en el 2011.
Los bonos, los aumentos de salario o algún premio económico dan una satisfacción momentánea, dijo Conley. Lo primordial es que los colaboradores sepan que su jefe se preocupa por cada uno de ellos. “Al sentirse queridos van a hacer que los clientes también se sientan así”, sostuvo.
Entre los ejemplos que dio el experto para lograr la felicidad entre el equipo de trabajo está que el jefe llame por teléfono al empleado por su cumpleaños o envíe un ramo de flores a la cónyuge por algún aniversario. Aunque el dinero y el reconocimiento son motivaciones externas, sostiene Conley, el tener una inspiración es la motivación interna.
Alberto Rigail, presidente de Arco Consultores, señaló que el interés que tenía una empresa en el siglo XX era exclusivamente el económico, pero para poder ganar hay que trascender. “El enfoque prioritario era crecer, ser rentable y ganar dinero, pero ahora se une el ganar dinero con la trascendencia por parte del ser”.
Conley expuso que, cuando la organización logra esto, hace que su gente tenga un sentido a su propósito y que el negocio sea rentable a largo plazo. Al satisfacer las necesidades del ser, los empleados trascienden y con ellos la empresa; se crea una motivación y el trabajo tiene otro significado.
Para Juan Espinar, gerente de Relaciones Públicas de Nobis, mirar la satisfacción del empleado antes que la del cliente es lo primordial para que sea productivo y satisfagan a los consumidores.
Rigail expresó que más importante que premiar a los trabajadores con dinero es darle su espacio para expresarse y sentir que su situación sí importa a la firma.
La principal razón por la que un colaborador deja una empresa es porque no se siente valorado por su jefe, opinó Conley, ya que no se da la oportunidad de hacer una carrera. En EE.UU., la rotación laboral es del 60 al 100% al año.
Los empleados no se quedan más de un año, porque lo primordial para el jefe es satisfacer al cliente y no al trabajador.
Con la intervención de Conley, Luis Granados, gerente de Villa Club, reconoció que la gente no trabaja solamente por los sueldos, sino por sentirse bien. Él, al menos, dijo que tiene más acercamiento con sus colaboradores.
En esta época, el mundo empresarial tiende a ser más emocional. “Más que lograr que los colaboradores se sientan comprometidos con la empresa, lo ideal es que ellos sientan inspiración. Y para estar inspiradas, las personas deben sentirse felices”.
Los ‘tips’ de Conley
El líder debe visualizar el potencial de su personal y hacerlo real. Además debe crear una cultura organizacional.
Si el trabajador se siente bien, creará una necesidad de que el cliente regrese al lugar por el trato que obtuvo.
La empresa debe buscar más allá de las necesidades obvias de las personas.