¿Cuál es el peso real de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas en la economía ecuatoriana?
Unas 6 000 partidas se benefician del mecanismo, pero solo se usan 435, la mayoría relacionada con las ventas de crudo y productos no tradicionales.
¿De cuánto calcula que será el impacto?
Entre USD 200 millones y 400 millones por la reducción de exportaciones de todas las partidas.
¿Por qué ese rango?
Porque las mayores pérdidas serán por la caída de ventas de flores, que anualmente alcanzan exportaciones de USD 240 millones. El resto será por la reducción en las importaciones de otros productos que se venden en menores cantidades.
¿Qué implica esto en términos macroeconómicos?
Un monto mínimo si lo relacionamos con los USD 17 490 millones que el país exporta al mundo de forma anual.
¿Esto quiere decir que los exportadores serán golpeados de forma mínima?
No estoy queriendo minimizar el tema. La falta de la Atpdea, como señalé, afectará a unos sectores más que a otros, principalmente al florícola. Otros productos podrían ingresar bajo el Sistema General de Preferencias (SGP), pero las flores no tienen acceso a ningún otro programa, lo que les obliga a pagar aranceles altos, y eso afectará su competitividad. Posiblemente una situación similar suceda con otros productos, principalmente agrícolas, como madera y vegetales.
¿Llevará esto a la pérdida de empleos?
Podría haber una reducción, pero eso no quiere decir que vayan a quebrar y perderse todos los puestos de trabajo. En este momento lo que tienen que hacer es trabajar en la diversificación de mercados, que es un mecanismo fundamental para enfrentar la pérdida de las preferencias.
¿Cómo acceder de forma rápida a otros mercados si el país no tiene acuerdos comerciales con casi ningún país o bloque?
Antes de responder a esta pregunta es necesario decir que esta situación –la carencia de acuerdos– es lo más preocupante en el marco de una posible pérdida de la Atpdea. Nosotros hemos dado a EE.UU. y a los demás países del mundo señales confusas sobre nuestra política comercial.
¿A qué se refiere?
A que no queremos firmar tratados de libre comercio con el argumento de que no podemos sacrificar soberanía y nos sostenemos en la idea de los llamados acuerdos comerciales para el desarrollo, que hasta ahora no se han firmado.
¿Qué efecto tiene eso?
Al dar la impresión de que no nos interesa ampliar mercados perdemos oportunidades comerciales frente a otros países que sí están actuando en este sentido como nuestros competidores directos que son Colombia y Perú.
¿Qué se debiera hacer?
Dejar los discursos e ir a la práctica, concretando acuerdos. Eso debimos hacer desde le principio. Era imposible pensar que seguiríamos teniendo Atpdea porque ese mecanismo estaba sentenciado a eliminarse, principalmente por las pugnas de presupuesto que existen en EE.UU. La coyuntura actual de ese país les obliga a dirigir sus finanzas más al interior que al exterior.
¿Es posible dejar de depender de EE.UU.?
No hay mercado que pueda reemplazar a EE.UU. No hay economía en la que se pueda colocar de la noche a la mañana el 35% de los productos que se exporta. Simplemente no es factible.
¿Qué cosa sí es factible?
Comprender que se puede diversificar, pero no sustituir. Encontrar nuevos mercados para colocar los productos, cosa que toma tiempo. No hablo de un año sino de mucho más.
¿Es posible ampliarnos en los mismos EE.UU.?
Se podría lograr mediante un acuerdo comercial, pero eso depende de la voluntad de ambas partes. A EE.UU. no le interesa un acuerdo comercial con el país.
¿Por qué?
Porque ellos están priorizando sus TLC con Colombia y Panamá.