Entrevista del día a Paúl Carrillo, investigador de la Universidad George Washington.
La revista The Economist decidió hace varios días descartar de sus análisis las estadísticas que elabora Argentina, por dudar de su confiabilidad. ¿Qué mensaje emite una decisión así sobre los agentes económicos?
Estadísticas oficiales (inflación, desempleo, crecimiento) son bienes públicos producidos por los gobiernos de cada país para agregar información y permitir que los agentes económicos estén informados y tomen decisiones eficientes. Cuando estos indicadores pierden credibilidad, como en el caso de Argentina, se introduce incertidumbre en la economía. Eso trae efectos negativos, limitando el consumo y la inversión.
¿Cuándo un Gobierno puede enviar señales negativas respecto a la confiabilidad de sus estadísticas?
En ciertas situaciones, el Gobierno puede tener incentivos perversos para manipular las estadísticas. Por ejemplo, si se quiere limitar el crecimiento salarial, que muchas veces está indexado a la inflación, puede resultar conveniente alterar las cifras de inflación en lugar de negociar con los sindicatos laborales. En un estudio que realizamos encontramos evidencia que la manipulación de estadísticas de precios puede alterar directamente las expectativas y el comportamiento de los consumidores. Es decir, un Gobierno puede influenciar las expectativas inflacionarias de agentes económicos e inversionistas por medio de alteraciones en las medidas de inflación.
¿Son fácilmente manipulables las estadísticas?
La mayoría de estadísticas son producidas y diseminadas por el Gobierno. A pesar de existir un marco metodológico estricto, lamentablemente la mayoría de estadísticas puede ser manipulada fácilmente. Además, es muy difícil comprobar si existe alteración debido a que el cálculo es complejo, se requiere de una cantidad inmensa de datos y, generalmente, no existe transparencia para que la opinión publica pueda replicar las cifras oficiales.
¿La confiabilidad de las estadísticas está vinculada al vaivén político?
Los incentivos para manipular las estadísticas dependen claramente del entorno político. Por ejemplo, en un año electoral, un Gobierno puede tener mayores incentivos para maquillar las cifras en relación a crecimiento económico, desempleo, precios…
¿Son confiables las estadísticas del Ecuador? Ha habido algunas críticas sobre la confiabilidad de ellas.
Es difícil medir objetivamente la confianza de los agentes económicos en las estadísticas oficiales. Muchos países desarrollados realizan periódicamente encuestas detalladas para dar luz sobre estos temas. Este tipo de estudios no existen en el Ecuador. Se puede indirectamente medir la credibilidad de las estadísticas oficiales según el uso de las mismas en mercados internacionales. En el caso de precios, las cifras oficiales de inflación del INEC son utilizadas y reproducidas en publicaciones del FMI y del Banco Mundial sin cuestionamientos. Por otro lado, las previsiones de crecimiento económico publicadas por estas instituciones son diferentes de las cifras oficiales.
¿Por qué las estadísticas no concuerdan con la percepción en las calles, por ejemplo, en temas de inflación y desempleo, donde pareciera que las cifras fueran más bajas de lo que se siente?
Las estadísticas están diseñadas para medir el estado del promedio de la economía y no necesariamente reflejan la situación de cada uno de los individuo. Por ejemplo, la inflación mide el cambio de precios de una canasta de bienes y servicios. Si un hogar consume regularmente bienes que no están dentro de esta canasta, las percepciones sobre el cambio de precios de este hogar van a ser diferentes a la cifra oficial de inflación. En el caso del desempleo, existen estudios que demuestran que los desempleados perciben que la tasa de desempleo es más alta que la tasa real.
¿Hay algún órgano mundial que regule las cifras?
El Departamento de Estadísticas de la Naciones Unidas se encarga de coordinar la estandarización metodológica de la producción de estadísticas. Pero no existe un ente regulador.
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su experiencia. Economista por la Pontificia Universidad Católica (PUCE). Investigador en la Universidad George Washington, EE.UU.
Su punto de vista. Las cifras de inflación, empleo o crecimiento son el resultado de la aplicación de procesos complejos para la ciudadanía.