España adoptó ayer una nueva reforma de su mercado laboral que incluye una reducción de las indemnizaciones por despido y medidas para estimular el empleo de los jóvenes, en un momento en que soporta una tasa de desemplo récord en el mundo industrializado.
“El objetivo del Gobierno es luchar contra el paro y parar la sangría de desempleo”, dijo la ministra de Empleo, Fátima Báñez, al término del consejo de ministros.
“Es la tercera reforma estructural importante del Gobierno”, recordó, “una reforma que podemos considerar como histórica”.
Tras una reforma presupuestaria que debe desembocar en un déficit 0% en 2020, y otra del sector bancario para sanearlo de sus activos inmobiliarios problemáticos, el nuevo Gobierno, investido en diciembre, arremete contra otro punto débil de la economía española, el desempleo, que afecta al 22,85% de la población.
Esta tasa es casi tres veces más elevada que en 2007, cuando el paro alcanzó un 7,95% gracias al auge del sector inmobiliario.
El objetivo es “que se contraten nuevos trabajadores en nuestro país, con especial atención a los jóvenes y los parados de larga duración”, afirmó la ministra portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. El desempleo de los menores de 25 años alcanza en España el 48,6%.
Las pequeñas y medianas empresas se beneficiarán así de una deducción fiscal de 3 000 euros por el primer trabajador de menos 30 años que contraten, mientras que los desempleados que sean contratados por ellas podrán combinar 25% de su subsidio con su sueldo durante un año.
“La reforma laboral me va a costar una huelga”, reconoció recientemente el presidente Rajoy, en un encuentro en Bruselas.
Frente a un alud de medidas de rigor sin precedentes, el malestar social no deja de crecer en España, donde casi cada semana hay una gran manifestación.
Cientos de personas se manifestaron por la noche en las calles de Madrid contra las nuevas medidas gubernamentales con llamamientos a favor de una “ huelga general”. “El desempleo va a subir, precisamente por facilitar y abaratar echar a alguien”, declaró uno de los manifestantes, Javier Bardedes, de 53 años.
La protesta, no obstante, fue mucho menos numerosa que en protestas anteriores contra los recortes sociales.
Nuevo ajuste en Grecia
El Gabinete de Grecia aprobó un borrador de un proyecto que compromete al país a las reformas requeridas por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, a cambio de un nuevo rescate por 130 000 millones de euros que Atenas necesita para evitar una caótica moratoria, según funcionarios de Gobierno.
“Fue aprobado”, dijo un ministro que tomó parte en la reunión de Gabinete. Está programado que el proyecto se vote en el Parlamento mañana, lo que podría acercar a Grecia a recibir el nuevo préstamo.
La Unión Europea también quiere que Grecia encuentre otros 325 millones de euros en recortes del gasto y el claro compromiso de los líderes de los principales partidos políticos de que las reformas serán implementadas.
Previo a la reunión de Gabinete, el primer ministro de Grecia, Lucas Papademos, dijo a su turbulenta coalición de Gobierno que debe aceptar los duros requerimientos para recibir un segundo rescate internacional o condenarán a la nación a una catástrofe. “No podemos permitir que Grecia caiga en moratoria de pagos”. “Nuestra prioridad es hacer lo que haga falta para aprobar el nuevo programa económico y proceder con el nuevo acuerdo crediticio. Aquel que esté en desacuerdo y no vote a favor del nuevo programa no puede seguir en el Gobierno”, sostuvo. Seis ministros opuestos a las medidas salieron del Gobierno.