España aplica severas medidas para bajar su déficit público

El presidente del Gobierno español; José Luis Rodríguez Zapatero, dio un giro a su política de gasto social. Ayer anunció rebajas a los salarios públicos, una congelación de las pensiones y una nueva reducción de las inversiones estatales para acelerar el recorte del déficit fiscal. “Tenemos que hacer un esfuerzo singular, excepcional y extraordinario para reducir nuestro déficit y debemos hacerlo ahora cuando la economía empieza a recuperarse”, dijo en una comparecencia en el Congreso de los Diputados.

Zapatero, que hace una semana se rehusó a acelerar el recorte por considerar que ello pondría en riesgo la recuperación económica, reconoció que las prioridades actuales han cambiado ante la presión de los mercados.

El mandatario señaló que el recorte adicional de 15 000 millones de euros entre 2010 y 2011 contemplará una reducción de la inversión pública en 6 045 millones de euros.

Los salarios se bajarán en 5% este años y se congelarán en el 2011 y se bajará el sueldo un 15% a los miembros del Gobierno. El congelamiento abarcará también a las pensiones en el 2011, y se eliminará la prestación por nacimiento de 2 500 euros, a partir de enero 2011.

Fuentes sindicales y del Gobierno calcularon que unos 5 000 de los 15 000 millones de euros de ahorro previsto recaerán sobre los funcionarios como consecuencia de los ajustes salariales. “Ha hecho un gran recorte de derechos sociales, contradiciendo lo que lleva diciendo a lo largo de los últimos años”, dijo el líder de la oposición, Mariano Rajoy, tras criticar por tardías las medidas. El presidente del Ejecutivo dijo que con estas nuevas medidas, que se suman al plan de ahorro de 50 000 millones de euros entre 2010 y 2013, se despeja el camino para acelerar la consolidación fiscal y reducir el déficit público del 11,2% del PIB al 6% para el 2011. También anunció que entre 2010 y 2011 se reducirá en 600 millones de euros la contribución española a la ayuda oficial al desarrollo.

Este plan de ajuste “merece el rechazo más absoluto”, dijo el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo. En la misma línea, el secretario general de la principal central obrera española UGT, Cánadido Méndez, dijo que las medidas “confirman el propósito del Gobierno de ajuste duro y eso, a mi juicio, significa una quiebra del discurso del presidente, un cambio de escenario en las relaciones con las organizaciones sindicales”.

Por otra parte, la Comisión Europea abogó por crear un mecanismo permanente para gestionar futuras crisis de deuda soberana, además de proponer el reforzamiento del control de las políticas presupuestarias.

Suecia manifestó de inmediato su oposición, al considerar que solo deberían controlarse los presupuestos de los países que no respetan el límite del 3% del PIB (Producto Interior Bruto) de déficit fijado por el Pacto de Estabilidad de la UE.

De su lado, las bolsas europeas subieron ayudadas por las cifras del crecimiento de la Eurozona.

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