El anuncio de que se fijará un arancel a la importación de CKD dejó preocupados y sorprendidos a los miembros de la industria automotriz del país.
Ellos no comparten el planteamiento del Régimen, por el cual se aplicará la medida, de que esta es una industria que no ha reflejado un aumento sostenido de su productividad, pese a que se lanzaron programas para incrementar la fabricación nacional.
Precisamente en noviembre del 2010, el Ministerio de Industrias firmó un convenio con los representantes del sector para que se incrementara la producción de partes y piezas, a cambio de financiamiento. La idea es lograr que el 20% de los CKD de autos ensamblados en el país sea fabricado en el país hasta el 2014 (actualmente es el 14% de las partes).
Este proceso, según Patricio Sánchez, presidente de la Cámara de la Industria Automotriz (Cinae), sí se han cumplido. “Se inauguró hace una semana la planta de suspensiones Infrisa y se prevé la apertura de otras dos fábricas: Faesa (aires acondicionados) y Umo (sistema de escape) a más de otros proyectos a futuro”.
El empresario teme que esto ahuyente la inversión extranjera en el país (las empresas colombianas han decidido crear aquí las plantas de fabricación) y que se incrementen los costos de los autos ensamblados. Lo mismo podría suceder para los repuestos y las autopartes, según Iván Santelices, quien comercializa estos artículos en el mercado nacional.
“El problema es que, aprovechándose de la fijación de aranceles, los importadores o comercializadores aumentan más de lo que deben el costo de una pieza. Eso ya nos ha pasado en el caso de los accesorios, que actualmente sí pagan aranceles en el país”.
El Gobierno trabaja en este proceso y entre las normas a implantar se baraja la posibilidad de que los CKD para el ensamblaje de autos de exportación seguirán manteniendo arancel cero. Según el subsecretario de comercio, Francisco Ballén, el país vende vehículos a Colombia y Venezuela por USD 350 millones anuales.
“También se podría aplicar una medida similar sobre los CKD para el plan Renova. Pero en general se fijará un arancel, aunque todavía no se ha definido el monto. Depende del análisis que estamos haciendo sobre el tema”.
Hasta el momento, el Gobierno baraja dos propuestas sobre el porcentaje del impuesto a la importación: una carga baja, siempre y cuando bajen los precios y aumente la productividad. Si esta meta se cumple entre tres meses y un año el arancel volverá a cero.
Una segunda alternativa es devolver vía certificado de abono tributario (CAT) el valor de los aranceles aplicados, exclusivamente a las industrias que cumplan con las reducción de costos. La ministra de la Producción, Nathalie Cely, dijo que también podrían reducirse los aranceles de los vehículos importados.
Ahora lo único seguro es que el Régimen elaborará una lista de partes y piezas que no pueden venir importadas como parte de un CKD. Así, productos como llantas, baterías, parabrisas, etc., deben ser fabricados en el país.
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