El estudio de maestrías, conocimiento de idiomas y otras cualificaciones son parte del nuevo perfil profesional de los jóvenes.
Esas características motivan a las compañías asentadas en Ecuador a establecer estrategias para mantener la satisfacción laboral de sus nuevos talentos.
Esta fue una de las reflexiones del conversatorio de la Encuesta Salarial, realizado ayer por la consultora Deloitte en el Hotel Sonesta de Guayaquil.
En la cita, Roberto Estrada, socio de Consultoría de Deloitte, expuso los resultados del estudio en el que se destacan evolución, tendencias y proyecciones del mercado laboral, así como la gestión patronal.
Estrada comentó que las empresas se preocupan cada vez más por conocer cómo se sienten sus empleados.
Basado en entrevistas a directivos de compañías, el estudio muestra que el 88% de las firmas consultadas ha realizado monitoreos sobre el clima laboral interno. Un 4% de las firmas está en proceso de hacer ese estudio y un 8%, no lo ha realizado.
Otros aspectos en la gestión del talento humano, como la evaluación de los empleados, no han cambiado. “El jefe continúa evaluado a sus subordinados y se hace en base al cumplimiento de metas”, destacó Estrada.
La calidad de vida también es monitoreada y, según las necesidades, las compañías aplican normas para mejorar este indicador entre sus colaboradores. Los planes de salud son una necesidad, de allí que el 92% de las empresas en general tienen algún programa de salud.
La política salarial en tiempos de mayor inflexibilidad laboral es una de las principales preocupaciones de los empresarios, según el estudio.
La remuneración básica unificada en los últimos 5 años creció el 55% hasta el 2011. El salario para el 2012 será fijado por el Gobierno a falta de consensos entre trabajadores y patronos.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la brecha entre el costo de la canasta básica y el ingreso familiar mensual se redujo a USD 78 en ese período. En 2007, el déficit era USD 156.
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