El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés), que continúa su ofensiva contra los empleadores de inmigrantes indocumentados, ha ordenado en las últimas semanas a cientos de empresas que presenten sus registros de contratación para ser inspeccionados.
Las primeras “redadas silenciosas” de este año no han sido anunciadas públicamente por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE), la agencia del DHS que está a cargo. Sin embargo, un portavoz del ICE confirmó el martes que, al 29 de marzo, la oficina había notificado a unas 500 compañías “de todos los tamaños y tipos” que entregaran los formularios de empleo I-9 y otros documentos para revisarlas.
“Estas inspecciones determinarán si las empresas están cumpliendo o no con sus requisitos de verificación de autorización para empleo”, indicó Gillian Christensen, subsecretaria de prensa del ICE.
Desde enero de 2009, el gobierno ha examinado al menos a 7.533 empleadores sospechosos de contratar mano de obra indocumentada e impuesto multas administrativas y penales por unos US$100 millones.