Económicamente, no existen similitudes

Encontrar similitudes entre Ecuador y Grecia es arar en un terreno desértico. Ni siquiera en la posibilidad de que la economía ecuatoriana replique el mismo camino de la crisis griega es una posibilidad latente.

“Sería muy halado de los cabellos comparar la situación griega con la ecuatoriana. Su nivel de endeudamiento no se puede comparar con el nuestro, que aún tiene un nivel muy bajo y muy manejable”, argumenta el analista, Juan Pablo Cadena.

Algo que replica el banquero, Ricardo Cuesta, para quien la crisis griega es un problema de endeudamiento del Estado y no de las personas. “Aunque siempre es necesario tomar las previsiones para no sobreendeudarnos”.

Entonces, ¿qué queda de comparable entre ambas naciones? Su población (Ecuador, 14,5 millones de habitantes; Grecia 11,2 millones), y su oferta productiva (basadas en la agricultura). Y pare de contar. En todo lo demás, ambas naciones distan en mucho de parecerse.

Así, a pesar de que el Ecuador tiene una extensión territorial casi el doble de Grecia, esta nación europea supera en cinco veces el PIB ecuatoriano y 5,6 veces el PIB per cápita. Así, mientras un griego gana USD 28 000 anuales, un ecuatoriano llega a un promedio de USD 5 000.

Por ello, la cónsul Honoraria de Ecuador en Grecia, Susana Vásquez, señala que en ese país, pese a la crisis, resulta muy difícil ver indigencia. Mucho menos, entre los 150 ecuatorianos que viven en las ciudades helenas.

“La mayoría de ecuatorianos están casados con griegos dedicados al comercio. Hay pocos músicos, pocos artesanos. En los últimos 10 años aumentaron unas 50 personas. Hoy, los sueldos han disminuido, la gente tiene miedo y es previsiva. Las personas tienen un alto sentido de ahorro. El Estado está en crisis, pero el 80% de las familias es de clase media, súper organizada donde trata de que sus hijos tengan lo mejor”.

Y añade que su esposo, que es profesor universitario, ahora gana unos 1 000 euros menos que hace algunos meses, debido a la fuerte carga impositiva en vigencia tras el ajuste que impuso el Gobierno, para conseguir el rescate de sus socios europeos y evitar el ‘default’ (cesación de pagos de su deuda externa).

“No conozco ningún ecuatoriano que esté en estado de indigencia o en estado de necesidad especial, todos se baten como lo hace la gente de clase media”.

En lo que respecta a las relaciones comerciales con ese país, Ecuador exportó el año pasado USD 37,7 millones, principalmente conservas de pescado, sombreros, purés, rosas, etc. Mientras que importó USD 1 millón, según las estadísticas del Banco Central ecuatoriano.

Cadena reitera y concluye que ambos países van en distintos carriles. “Allá hubo un tema de corrupción. el Régimen maquilló sus cuentas, no dijo en verdad cuánto era el déficit fiscal y eso terminó por desatar la crisis”.

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