La orden judicial para que se suspenda la producción de Cervecería Nacional de sus productos Pílsener y Club empieza a sentirse en Quito.
Especialmente en varios centros de distribución y acopio, donde su comercialización fue irregular durante la jornada de ayer.
La distribuidora ubicada en la avenida Universitaria y Bonifaz, sector de Miraflores, en el occidente de la ciudad, amaneció con las puertas cerradas. Ese sitio se abstuvo de expender cualquiera de sus dos productos, en virtud de que está vigente la resolución judicial de la Jueza Novena de la Niñez y la Adolescencia. De ahí que decenas de personas que acudieron a comprar el producto debieron regresar con las manos vacías.
Ese centro tiene una capacidad para almacenar unas 30 paletas de cerveza, que equivale a aproximadamente 2 160 cervezas.
Según uno de los dependientes, mientras no se revoque la orden judicial ese centro tiene la disposición de no atender al público. Incluso, ayer, dos camiones repartidores permanecieron estacionados en ese sitio.
En cambio, en el centro de acopio ubicado en la Juan Murillo y Jerónimo Carrión, en el centro-norte de la ciudad, la venta solo se realizó hasta el mediodía. En ese lapso se vendió a dueños de tiendas y restaurantes todas las reservas que existían, aunque su propietaria prefirió no dar cifras. Para horas de la tarde, este lugar también dejó de atender.
Uno de los pocos centros de acopio en el que la venta estuvo en los rangos normales fue en el depósito ubicado en las calles Palmeras y Tulipanes, en el norte de Quito.
Según su propietario, Vicente Ramírez, este centro vende alrededor de 720 jabas cada semana. Y aunque no llegó ningún cargamento con la bebida, las ventas de ayer fueron normales en este lugar. De acuerdo con Ramírez, esto se debe a que entre lunes y miércoles la comercialización del producto es relativamente menor.
Sin embargo, en el local se registró una salvedad para la venta de la cerveza. Por cada cuatro jabas de Pílsener se debía comprar una de Conquer, que es la otra marca que también produce la empresa Cervecería Nacional.
Al menos eso le ocurrió a Juan Anaguano, dueño de una tienda en Nayón, quien cerca del mediodía compró 10 jabas: ocho de Pílsener y dos de la otra marca. De acuerdo con este tendero, esa cantidad de cerveza será suficiente para lo que resta de la semana.
Aunque la distribución es irregular, esto aún no lo siente el consumidor. Por ejemplo, en las perchas del Supermaxi de El Jardín había suficiente cerveza y nadie estaba ansioso por adquirirla.