El desempleo de la Eurozona alcanzó un récord histórico de 10,7% en enero de este año, de un 10,6% registrado en 2011, según indicó este jueves la oficina de Estadística Eurostat, impulsado principalmente por España que encabeza la lista, con un 23,3%, y Grecia, con 19,9%.
La tasa del desempleo en la Eurozona, revisada según las variables estacionarias, “se estableció en 10,7% (ndlr: 16,92 millones de personas) en enero de 2012, con respecto al 10,6% registrado en diciembre de 2011”, indicó.
Esto equivale a un aumento de 185.000 personas en un mes.
En enero del año pasado el bloque de los 17 países que adoptaron el euro “registraron un desempleo de 10,0%” de su población activa.
España encabeza la lista con un 23,3% de su población activa sin empleo, dos décimas más que en diciembre, lo que constituye un récord en los países industrializados.
Le sigue Grecia, donde en noviembre de 2011 un 19,9% de personas estaban en paro. Luego, según Eurostat se sitúan Irlanda y Portugal (14,8% cada uno).
Estos cuatro países forman junto a Italia los PIIGS europeos, un acrónimo utilizado para definir a las economías más amenazadas y fragilizadas por la crisis de deuda europea. Y también tres de estos países debieron ser rescatados por un crédito de la Unión Europea. Todos ellos debieron imponer medidas draconianas de austeridad exigidas por la UE.
Justamente los aumentos más elevados interanuales fueron registradas en Grecia (que pasó de 14,1% a 19,9% entre noviembre de 2010 a noviembre de 2011) y España (de 20,6% a 23,3%).
La tasa de desempleo más baja fue registrada en Austria (4,0%), Holanda (5,0%) y Luxemburgo (5,1%).
En el conjunto de los 27 países de la Unión Europea, la tasa de desempleo alcanzó 10,1% en enero de 2012, con respecto a un 10,0% registrado en diciembre de 2011. En enero del año pasado el desempleo era de 9,5% en la UE.
Estas cifras muestran que en un año 1,488 millones de personas perdieron su empleo en la UE y 1,221 millones en la zona euro.
El gobierno conservador de Mariano Rajoy adoptó el 11 de febrero una polémica reforma para flexibilizar el mercado laboral, incluyendo la reducción de las indemnizaciones de despido y medidas para estimular el empleo de los jóvenes, pero que generó duras críticas de los sindicatos españoles.
Tras una reforma presupuestaria que apunta al déficit cero en 2020 y la del sector bancario para eliminar los activos inmobiliarios ‘malos’, el mercado del trabajo es el tercer frente encarado por el gobierno conservador, que ganó las elecciones a los socialistas en noviembre pasado con mayoría absoluta.
ero esta reforma generó protestas de miles de manifestantes tanto en Madrid como en Barcelona, al igual que en otras ciudades españolas.