Comerse una tuna contribuye al buen funcionamiento del sistema renal, porque el 84,6% de su composición es agua. Su sabor es comparado al de la sandía. Es crocante, dulce y deliciosa.
Mide entre 8 y 12 centímetros de largo y puede ser blanca, verde o roja cuando está madura. La cáscara es dura y está cubierta de espinas. Sus semillas se comen y llegan a pesar hasta 140 gramos.
“Hay que tener cuidado al cosecharla y consumirla. Se debe limpiar los espinos antes”, dice Jorge Valencia, productor desde hace 25 años de esta fruta en el caserío La Esperanza , cantón Ambato.
Tiene 900 plantas y la producción es permanente. A la semana saca al mercado 25 cajas. La temporada para el cultivo se extiende de marzo a agosto.
En Tungurahua, durante estos meses se cultivan también la granadilla, la guaba de machete y el taxo. Son las frutas de temporada.Los principales reductos están en Las Viñas, Quillán y Patate.
Jorge Fabara, catedrático de la Universidad Técnica de Ambato, explica que las frutas de temporada salen al mercado de junio a septiembre. “Son cultivos menores que desarrollan sus propias características conforme a la altitud donde se los siembre”.
En Los Andes, cantón Patate, se obtiene la granadilla ‘coco’. Es grande, redonda, amarilla y de corteza dura. Su pulpa es jugosa, dulce y sus semillas se comen.
La mayor producción está en las riberas de los ríos Patate, Ambato y Culapachán. Se exporta con el nombre de ‘caviar vegetal’.
Luis Montero, del barrio El Rosario, la cosecha en su huerto de 120 plantas. Cada 15 días vende 40 cajas. En Huachi Chico, a 15 kilómetros de allí, se cultiva el taxo. Es un frutal menor de sabor agridulce, piel suave y aterciopelada. Tiene un alto contenido de agua. Es rico en calcio, fósforo, vitaminas A, B1, B3 y C. Alivia problemas del sistema nervioso.