Las dos cooperativas más grandes del país, tanto por activos como por número de socios, según información de la página electrónica de la Superintendencia de Bancos y Seguros, son de origen azuayo.
En primer lugar está la Cooperativa Juventud Ecuatoriana Progresista (JEP) que surgió en la parroquia de Sayausí y tiene un total de USD 521,5 millones en activos y más de 360 000 socios.
En segundo lugar se encuentra la Cooperativa Jardín Azuayo. Esta nació en el cantón Paute. Esta cuenta con USD 270,3 millones en activos y unos 230 000 socios.
Aunque JEP surgió en 1971 y Jardín Azuayo en 1996, ambas coinciden en que para el 2000 tenían cerca de 10 000 socios y sus activos bordeaban los USD 3 millones. ¿Qué ocurrió para que estas dos entidades crecieran más del 500% en los últimos 12 años?
Para el analista económico, Marcelo Vásquez, tres razones convergieron en ese crecimiento. La primera se sostiene en la crisis bancaria de 1999, cuando algunas entidades bancarias no respondieron y eso llevó a que los consumidores se volcaran hacia el sector cooperativista.
Un segundo elemento, indica Vásquez, es que el azuayo prefiere ser quien construya la entidad financiera. Como en la cooperativa es socio se siente cómodo porque recibe asesoría en emprendimientos, educación financiera y atención personalizada.
[[OBJECT]]El tercer punto, más enfocado en el crecimiento de activos, se relaciona con la migración de azuayos hacia España y EE.UU., que inició en 1999. El dinero que llega de las remesas es depositado en las cooperativas locales.
Con las razones de Vásquez coincide el gerente de JEP, Floresmilo Alvear, quien añade que en Azuay las cooperativas identificaron la oportunidad de crecer, por abandono de las instituciones bancarias en la provincia.
“Sí hay bancos, pero su plan de crecimiento se ha concentrado en Quito y Guayaquil, que son ciudades política y económicamente mucho más grandes. Esto podría ser una de las causas del crecimiento de las cooperativas”.
Mientras que para el coordinador de Presupuestos de Jardín Azuayo, Andrés Arias, el crecimiento del sector se debe a que su razón social no es enriquecerse, sino aportar al desarrollo . “Esto lo perciben todos los socios y por eso prefieren esta modalidad de institución financiera”.
Según Héctor Fajardo, presidente de la Unión de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Sur (Ucacsur), la sociedad del Austro (Azuay, Morona Santiago, Cañar, El Oro y Loja) está más relacionada con la economía solidaria y prefieren ser socios que clientes.
Esto lo saben las cooperativas, por eso entre sus servicios incluyen atención médica, seguros funerarios, descuentos en tiendas, etc. “Esas estrategias dan resultado. Ucacsur reúne a 21 cooperativas del Austro, que en total suman 700 000 socios”.
Por otro lado, la flexibilidad para otorgar créditos es otro motivo que incide en el crecimiento de las cooperativas, explica Francisco Suárez, analista económico.
En el caso de JEP casi el 60% de sus socios accede a un préstamo, mientras que en Jardín Azuayo un 30% de los asociados posee un crédito con la entidad financiera.
El monto de apertura de cuentas también influye en la preferencia por las cooperativas, dice Suárez. Mientras que en los bancos bordea los USD 100, en estos entes no excede los USD 10. “No es que en Azuay la gente no tenga dinero, sino que las cooperativas disminuyen el monto de apertura de la cuenta, para que más personas accedan a sus servicios.
La forma de enfrentar las crisis le da puntos a estas entidades financieras, según Suárez. El pasado 17 de julio, un rumor de quiebra de la JEP se difundió en Azuay y Machala. Durante dos días, los socios retiraron alrededor de USD 45 millones.
Alvear enfrentó la situación: habló con los socios y no impidió que sacaran el dinero. “Esa cercanía con sus afiliados fortalece la confianza y es un eje de crecimiento del sector cooperativista”.
La dinámica de la sociedad sumada a la trayectoria de estas entidades convergen en el éxito de este modelo de ahorro en el Azuay.