Los empleados de los 30 locales que están ubicados en el patio de comidas del Mall del Sol tienen que multiplicarse en las horas pico y fines de semana. El número de visitantes aumentó en 20% y ahora reciben 350 000 personas por mes. Hace un año la cifra no superaba los 230 000.
Los clientes esperan su turno para llevar su bandeja de comida y ganar una mesa. Ahí gastan entre USD 5 y 10. Eso se refleja en las ventas de los mayores centros comerciales del país que son visitados por millones de clientes. Entre enero y mayo del 2010, los centros comerciales vendieron 20% más en comparación con el mismo período del 2009, según un estudio. Ahí las ventas superaron los USD 300 millones y en solo cinco centros comerciales de Quito y uno en Guayaquil (Mall del Sol). El termómetro fue el aumento de clientes en los patios de comidas, compras en los locales y el número de visitantes en El Jardín, El Condado, Quicentro, El Bosque y El Recreo, en Quito.
Las cifras también mejoran en la actividad comercial. Por un lado aumenta el consumo de los hogares a tasas trimestrales del 1,8%. Mientras, el sector comercial crece lentamente a niveles del 1,3% cada tres meses, según las estadísticas del Banco Central.
Víctor Naula, gerente de Mall del Sol, contó que la dinámica de las ventas se origina por las tarjetas de crédito y la diversificación de locales. “El año pasado hubo aranceles para la ropa importada y eso iba a afectar los negocios. La estrategia fue ampliar los sectores que no iban a ser afectados y los patios de comida crecieron”.
Entre el 40% y 50% de las ventas en los centros comerciales se registran por tarjetas de crédito. En el mercado existen cerca de 1,5 millones de usuarios de tarjetas donde el 80% mantiene cupos menores a USD 1 500.
Y esa ventaja no la tienen los pequeños comerciantes que están localizados en la Bahía. Miguel Alcívar buscaba una camisa deportiva en uno de los 3 000 locales que existen en la Bahía, pero quería pagar con tarjeta. “Busco un local que acepte tarjeta pero no hay”. Hugo López, vendedor de ropa y calzado, sostuvo que las ventas han bajado desde que subieron los aranceles para los zapatos y textiles. “Ahora es más difícil vender tres pares zapatos al día. Apenas lo hago por semana”.
Juan Narea, presidente de la Federación de Comerciantes de la Bahía, dijo que sus socios venden entre USD 10 y 15 por día cuando antes se llegaba a USD 50. Aunque este sector no registra cifras oficiales, es el de mayor actividad comercial informal. Según Narea, las ventas son más fuertes el fin de mes. “La gente viene a comprar en efectivo y cada cierto tiempo. Gana lo básico…”.