Los administradores de Maxigraf estaban intentando venderla al consorcio italiano PM Packaging. Las negociaciones, según los empleados de la compañía, iban muy adelantadas, al punto de que un italiano, representante de PM Packaging, Salvatore Anza, fue presentado como dueño de Maxigraf.
El italiano mantenía comunicación directa con el ex gerente de la empresa, Robert Andrade. La venta se frustó luego de su salida de la firma incautada.
PM Packaging es una empresa que se especializa en empaquetamiento de cartón y cuya planta principal se ubica en Tijuana, México. Tiene otra planta en el DF mexicano y sus oficinas se encuentran en San Diego, EE.UU.
Este Diario consultó a Anza, vía correo electrónico, sobre su interés en la compra de Maxigraf, pero no recibió respuesta.
Según José Menoscar, gerente de Comercio Exterior y Litografía de Maxigraf, la propuesta habría sido planteada en agosto del 2012. “Pero el fideicomiso no quiso”. Y añadió que cuando se hizo pública la investigación de créditos vinculados de Cofiec, Anza se retiró. Sin embargo, los trabajadores aseguran que el italiano ya actuaba como dueño.
Andrade señaló que Anza era uno de los cuatro interesados en comprar Maxigraf, quienes querían ver la empresa, conocer sus estados financieros, recorrerla. Según él, la respuesta sobre por qué no se concretó la venta debe responderla el presidente del Fideicomiso que maneja las empresas incautadas por el Estado, es decir, por Pedro Delgado, primo del Presidente de la República.
Ante este y otros particulares, y antes de la renuncia de Andrade, los empleados de Maxigraf enviaron una documentación al presidente Rafael Correa, alertándole sobre las supuestas anomalías en el interior de la empresa.
Señalaron que Andrade “se ha dedicado a incorporar a sus amistades dentro de la empresa, con sueldos escandalosos”.