Desde hace meses era un secreto a voces lo que públicamente señaló el Presidente ayer en su intervención: en el país ya hay indicios de un preocupante nivel de sobreendeudamiento.
Analistas, catedráticos, empresarios y representantes de gremios han venido advirtiendo sobre los altos niveles de consumo que se viven desde el 2011, pero no ha sido sino hasta ahora que el Gobierno finalmente reconoce la existencia de este fenómeno.
Según el Mandatario, la cuota de deuda promedio es mayor que el ingreso disponible en el 41% de las familias ecuatorianas. Las causas son, para el Presidente, que hay bancos que están dando el crédito porque hay exceso de liquidez y a la actividad de las tarjetas de crédito que no tiene mayores controles.
“Estamos tomando medidas. Habrá resoluciones de la Junta Bancaria para que los bancos sean más estrictos en sus créditos. Lo mismo para los cupos de tarjetas de crédito. Porque hay indicios de sobreendeudamiento en 400 000 familias”.
Pero este ya no es un tema nuevo. Los propios bancos ya vienen trabajando en temas de educación financiera desde hace un año, debido al cada vez mayor sobreendeudamiento entre sus clientes. Así lo explica Andrea Stiles, gerenta de Educación Financiera del Banco Solidario.
“De un estudio que realizamos, determinamos que el 43% de los clientes pide créditos para pagar otras deudas. Y estamos teniendo gente que ya no puede pagar sus deudas. De hecho, la cartera vencida del sistema ha crecido en los últimos meses”.
En efecto, conforme información de la Superintendencia de Bancos, la cartera vencida de consumo de bancos privados se situó, a abril de este año, en USD 171,9 millones, es decir USD 40 millones más que en el 2010.
En cuanto a las tarjetas de crédito, la cartera bruta hasta abril llegó a USD 179,1 millones. En el 2010 fue USD 105 millones.
[[OBJECT]]Marcelo Vázquez, catedrático de la Universidad de Cuenca, explica que “el ecuatoriano prefiere consumir, en lugar de ahorrar. Esto da paso a un consumo exagerado, cuando lo adecuado es generar una cultura del ahorro”.
En este escenario, en una entrevista que publicará mañana el Semanario de Economía y Negocios Líderes, la ministra coordinadora de la Política Económica, Jeannette Sánchez, dice que no existen niveles de morosidad que alarmen. “Lo que hay que precautelar es que no haya sobrecalentamiento de la economía, que no se nos compliquen las cosas y, sobre todo, hacer las cosas adecuadamente. En consumo estamos sobre la picada, en términos de regulación, sobre todo en el lado crediticio”.
Sin embargo, estos anuncios del Gobierno de aumentar los controles sobre el sistema financiero contrastan con las últimas decisiones adoptadas. Así, el 26 de abril, la Junta Bancaria resolvió que las tarjetas de crédito y débito sean gratuitas para los clientes. Y, actualmente, en la Asamblea se debaten las reformas a la Ley de Burós, donde se plantea bajar de seis a tres años el historial crediticio y que dicha información no sea vinculante para acceder a otros créditos.
Para el analista Mauricio Pozo, es aventurado decir que hay sobreendeudameinto en el país. “Hay un endeudamiento mayor que antes, sí, pero sobreendeudamiento da a entender que hay dificultad de pago y eso se debería sentir en la morosidad, y en este tema no hay preocupación. “Creo que no es concluyente decir que haya este fenómeno”.
Punto de vista
Pablo L. Paredes Analista
‘Este es un grave problema’
Yo, hace mucho tiempo, antes que el Presidente lo mencione, lo había señalado, junto a otras personas, sobre la preocupación de que la gente se estaba endeudando por encima de su capacidad de pago. Eso es peligroso. Si mañana se revierte la situación económica (baja el precio del petróleo, la economía crece menos, etc.), la gente que hoy tiene la percepción de que puede pagar sus deudas dejará de pagarlas. Este sería un problema para la gente, para el sistema financiero y, por ende, para la economía.