La conferencia ministerial de la OMC no logra destrabar Ronda de Doha

La conferencia ministerial de la OMC, que terminó este sábado en Ginebra, no logró eliminar las diferencias de posiciones para concluir las negociaciones de la Ronda de Doha, pese a los buenos deseos manifestados por los miembros.

Los 153 países de la OMC reconocen que pese al total compromiso y los esfuerzos intensificados para concluir la agenda de la Ronda de Doha del Desarrollo “ las negociaciones están en un callejón sin salida”, según la declaración final.

“En este contexto, es poco probable que todos los elementos de la Ronda del Desarrollo de Doha concluyan simultáneamente en el futuro cercano”, reconoce el documento.

“El entorno político y económico de hoy es muy diferente al que había hace diez años” cuando se lanzaron las negociaciones de esta ronda, en Doha, la capital catarí, reconoció el presidente de la conferencia, el ministro de Comercio de Nigeria, Olusegun Aganga.

La irrupción de los países emergentes como China, Brasil o India en el nuevo panorama comercial mundial y la crisis de la deuda en Europa que amenaza a la economía mundial con la recesión están haciendo que el ambiente sea poco propicio a la apertura de los mercados.

Más bien al contrario, pues cada vez son más los países que adoptan medidas proteccionistas, alertaron los ministros y el director general de la OMC, Pascal Lamy, en esta conferencia.

El representante de Comercio de Estados Unidos, Ron Kirk, dejó claro ante sus colegas que es necesario buscar “otro camino”.

De similar opinión es el titular chino de Comercio, Chen Deming. “Esto es como escalar una montaña: la cumbre es la Ronda de Doha, pero hemos encontrado un obstáculo en el camino hacia la cumbre por lo que o contornamos el obstáculo o buscamos un nuevo camino”, subrayó.

Las negociaciones de la Ronda del Desarrollo se estancaron en 2008 en el capítulo agrícola --que por primera vez forma parte de las negociaciones para liberalizar el comercio de este sector -- cuando India pidió un nivel de protección para este sector, en particular para el arroz, inaceptable para muchos países, con Estados Unidos, Uruguay y Paraguay a la cabeza.

Ante la imposibilidad de avanzar en estas circunstancias en el capítulo agrícola, las tratativas se centraron en los catorce sectores del industrial.

Pero una vez más, las diferencias irreconciliables entre los países industrializados, en particular en el sector de los químicos, con Estados Unidos a la cabeza, y los emergentes -China, Brasil e India principalmente-, han dejado las negociaciones en un camino sin salida.

Pero nadie está dispuesto a enterrarlas. “Las negociaciones nunca mueren” suele repetir el director general de la OMC, Pascal Lamy.

Como la premisa negociadora en la OMC es que nada está concluido hasta que todo esté concluido, ahora algunos países son favorables a desmembrar el paquete para que se vaya avanzando por partes y no se pierdan las ofertas que hay sobre la mesa.

Pero esto último lo descartó Lamy después de estos tres días de reunión.

Pese al fracaso de relanzar Doha, la conferencia ministerial no se ha ido con las manos vacías. Los ministros dieron luz verde a la adhesión de Rusia -la única gran economía que estaba fuera de la OMC- tras 18 años de difíciles negociaciones, así como de Montenegro y Samoa.

Asimismo, 42 países -entre los que no está todavía China- sellaron un acuerdo sobre compras del sector público, que abre las licitaciones a la competencia internacional para bienes y servicios, un mercado que en 2008, se elevó a 1,6 billones de dólares, el 2,64% del PIB mundial.

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