Competitivo sin bases sólidas

Ecuador escaló 16 puestos en el ranking mundial de competitividad. Este gran salto, sin embargo, genera un entusiasmo similar al triunfo de Ecuador ante Bolivia en las eliminatorias al Mundial 2014. Se dio un paso, pero no es para festejarlo.

En materia de competitividad el país recién está saliendo de los últimos lugares. Ahora se ubica en el puesto 85 entre 142 economías. El año pasado estaba en el escaño 101 de este ranking del Foro Económico Mundial.

Es un paso importante, a tal punto que la Ministra de Industrias no perdió la oportunidad de destacarlo y atribuir lo a la política del Gobierno.

Hace un par de años, sin embargo, cuando el país estaba en el puesto 105, el Gobierno despotricaba contra este indicador, por tener componentes subjetivos.

Pese a los cuestionamientos, es uno de los indicadores que siempre está sobre la mesa de decisiones de los inversionistas internacionales.

El ICG evalúa más de 100 variables que son agrupadas en 12 factores de competitividad, comunes para todos los países, aunque su peso varía según el grado de desarrollo de las diferentes economías.

Según el ICG, Ecuador ha mejorado en factores de eficiencia, en infraestructura tecnológica e innovación, además de contar con una estabilidad macroeconómica que rinde tributo al petróleo. Pero estos esfuerzos se echan a perder cuando se observa que la competitividad no se sustenta en instituciones fuertes. El índice de instituciones, que forma parte del ICG, ubica al país en el puesto 131, es decir, a la cola del mundo.

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