Los últimos dos años los problemas de balanza comercial y de pagos, así como la falta de acuerdos bilaterales y multilaterales han generado preocupación en el Gobierno
En ese período Correa aplicó medidas de protección a la industria local, subió aranceles a bienes de consumo (vehículos, celulares, licores, cigarrillos y demás), suspendió los tratados comerciales con los principales mercados (Estados Unidos y la Unión Europea), cambió la Ley de Aduanas y hasta creó un Instituto de Promoción de Exportaciones e Inversiones para incrementar las ventas y atraer la inversión extranjera.A pesar de esas medidas, no pudo evitar que las importaciones crezcan más que las exportaciones y generen el déficit comercial más grande en dolarización.
Según el Banco Central del Ecuador (BCE), entre enero y noviembre del 2010 se registró un déficit de USD 1 460 millones. En el 2009 el saldo también fue negativo y se ubicó en USD 298 millones. Cuando empezó el Régimen de Correa, en enero del 2007, se registró un superávit de USD 1 414 millones.
Pero lo que más incertidumbre generó a los empresarios fue la falta de acuerdos comerciales con EE.UU. y la UE, donde se comercializa cerca del 60% de las exportaciones. En cambio Colombia, Perú y Centroamérica, principales competidores, tienen avances comerciales y más preferencias arancelarias que Ecuador.
El 44,7% de las exportaciones nacionales pertenecen a los sectores productivos como banano, camarón, flores, cacao, café, pesca y otros; mientras que la diferencia es del Estado (Petróleo).
Aunque el Gobierno empezó a buscar socios comerciales en los países asiáticos y de Oriente Medio para que se vendan los productos primarios. Jorge González, director del Centro de Investigaciones Económicas de Guayaquil, dijo que esos mercados no tienen la capacidad de demandar los bienes locales. “Hay que esperar mucho tiempo para incrementar las ventas, cuando lo normal es mantener los tradicionales mercados”.
Pero Correa facilitó el camino para los trámites aduaneros y agilizó los despachos anticipados y el control posterior para que los importadores puedan desaduanizar sus mercaderías. Además, fijó en cero los aranceles para el ingreso de 2 500 productos como materia prima y bienes de capital.
William Polupa, experto en comercio exterior, sostiene que la política comercial de los cuatro años de Correa se concentró en el proteccionismo para que las empresas de ciertos sectores mejoraran sus niveles de producción y de ahí los malos resultados. “Si medimos los indicadores del comercio exterior, estos cuatro años son los peores, porque hay déficit, las exportaciones no crecen con valor agregado y se pierden mercados”.
Los acuerdos comerciales son claves y requieren de una estrategia para consolidarlos y ampliarlos. Por eso, a Manuel Chiriboga, ex ministro de Agricultura, le preocupa que Ecuador no tenga muchos acuerdos comerciales o de desarrollo con otros países que ya estén en marcha. “Uno de los estancamientos ha sido la falta de diversificación de la oferta exportable con valor agregado. En estos cuatro años seguimos exportando productos primarios”.
Francisco Rivadeneira, viceministro de Comercio Exterior e Integración Económica, reconoce los problemas de la balanza comercial y la necesidad de una estrategia más dinámica para acelerar las exportaciones. “Se tuvo que utilizar restricciones a las importaciones como lo hacen todos los países en un contexto legal. El embate de las importaciones podía poner en riesgo a la economía y a la producción nacional”.
Según Rivadeneira, el país debe dejar de depender de productos con valor agregado mínimo. “Eso se logra creando una estructura que permita crear esa nueva oferta exportable que beneficie a emprendedores a crear productos, volverlos comerciales, a transferir tecnología y financiar su trabajo”.