En los archivos del Departamento de Coactiva del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) hay miles de juicios pendientes. En la regional del Guayas aún no es posible cuantificarlos, pero existen casos desde los años ochenta, cuando la deuda inicial por aportaciones no saldadas a afiliados y jubilados era de 1 millón de sucres, pero que con la dolarización, en el 2000, se convirtió en USD 40.
“Y aun así no pagan”. Esa es la queja de Víctor Hugo Castillo, asesor jurídico de la provincial del IESS, quien desempolvó este tipo de casos. Inicialmente, dice, la misión es concluir los procesos a los que deben aportaciones por encima de los USD 100 000.
Para ello, el IESS empezó a aplicar el art. 507 del Código de Procedimiento Civil, en el cual se da paso a la declaratoria de insolvencia.
El primer resultado se verá en unos dos meses, anunció Castillo, sin dar más detalles. Es decir, los juicios de coactiva ya no serán indefinidos, sino que tendrán que tramitarse en seis meses. En casos extraordinarios puede tomar seis meses más. Después de ese período se aplicará la insolvencia.
Según el estudio jurídico Castillo Villalonga & Castillo, la declaratoria de insolvencia de un deudor deriva en un juicio de concurso de acreedores. Con este se pretende ahorrar recursos materiales y económicos, permitiendo que todos los acreedores de un mismo deudor se junten en un solo juicio dirigido por el respectivo órgano judicial.
El deudor debe entregar en depósito todos sus bienes muebles e inmuebles, así como sus derechos susceptibles de valoración económica. No solo aquellos bienes y derechos en que el deudor era titular en el momento de abrirse el concurso, también deben reintegrase aquellos bienes que el deudor debía tener y que se despojó de manera sospechosa o dudosa con anterioridad.
Según Castillo, cientos de afiliados son perjudicados porque sus patronos no depositaron sus aportaciones al IESS. Por ende, se les negó el derecho de obtener préstamos quirografarios, hipotecarios y hasta para jubilarse. “La insolvencia es un instrumento de ayuda para el deudor de buena fe; pero de sanción para quien esconde sus bienes y cometen dolo”. El tema no es nuevo, solo que en anteriores administraciones no fue aplicado.
En el momento, existen casos como el de Embotelladora de Bebidas Cítricas de Guayaquil S.A. cuyo juicio empezó con USD 153 000 en julio del 2008, pero en la actualidad la cifra supera los USD 170 000. Cuarenta ex trabajadores mantienen la demanda, por falta de aportes.
Otro caso, todavía en trámite para evaluar si es factible declarar la insolvencia, es la de una empresa constructora que dejó de operar desde el reclamo de sus trabajadores.
Para llegar a un acuerdo de pagos, el IESS ofrece a los deudores, la posibilidad de firmar un convenio de purga de mora por hasta tres años.
Hasta el 2010 el IESS registraba más de 1,6 millones de afiliados que se benefician de los servicios médicos, quirografarios, hipotecarios y demás. La idea es aumentar más el número de afiliados en 100 000 al año, para aumentar los beneficios.