Una polémica se ha levantado en el país por dos informes presentados en los últimos días sobre la evolución de la pobreza.
El uno, en Santiago de Chile, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), señaló que la pobreza bajó en la mayor parte de los países, mientras que en Ecuador se incrementó de un 39% a un 40,2%.Eso provocó la reacción del presidente Rafael Correa, quien en su cadena del pasado sábado señaló que “la pobreza ha disminuido y mucho, sobre todo en los sectores indígenas, en los que estamos focalizándonos actualmente”.
Asimismo, la ministra Coordinadora de Desarrollo Social, Jeannette Sánchez, explicó que hubo una reducción de 4,6 puntos en la pobreza medida por ingresos y 9 puntos en la pobreza por necesidades básicas insatisfechas.
Este rechazo al informe de la Cepal, sin embargo, fue corregido ayer, en una entrevista realizada por este Diario, en Chile, a la secretaria Ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena (ver nota adjunta).
Pero, por otro lado, el Gobierno también cuestiona un estudio realizado por Juan Ponce y Alberto Acosta, denominado ‘La pobreza en la ‘revolución ciudadana’ o ¿pobreza de revolución?’.
Según los dos analistas, sin minimizar los avances conseguidos por el Gobierno, los resultados en términos de reducción de la pobreza son insatisfactorios. “Solo por citar un dato, alrededor del 60% de la población económicamente activa está aún desempleada o subempleada”.
En concreto, el estudio concluye que “ no se ha afectado la excesiva concentración de la riqueza en la magnitud que podía haberse esperado dentro de un proceso autodefinido como ‘revolucionario’. En lo que se refiere a la reducción de la inequidad tampoco hay diferencias entre el período anterior a la ‘revolución ciudadana’ y el período de la ‘revolución ciudadana”.
Del lado del Gobierno, Sánchez asegura que en el 2009 la inversión social llegó al 7,6% delProducto Interno Bruto (PIB), mientras en el 2000 estaba en 2,8%. “Si nosotros comparáramos qué sería lo correcto, vamos a observar que la pobreza subió más del 60% en el 2000 y se tenía una tasa de desempleo de 14%”.
Y la ministra Coordinadora de la Producción, Nathalie Cely, en cambio, afirma que las micro, pequeñas y medianas empresas crecieron en sus ventas en un 18% en comparación con las grandes que crecieron en un 15%.
“No es que no aceptamos las críticas, lo que no aceptamos es políticos que fungen de académicos, que no se atreven a dar sus razones políticas y tienen esta pobreza de dar primero un diagnóstico y luego argumentarlo”.En este escenario, Xavier Buendía, presidente del Centro de Observación Ciudadana, alerta que el tema de la pobreza puede convertirse en un debate político-mediático si no se deja en claro bajo qué parámetros se la calcula.
“Nosotros, por ejemplo, creemos que la pobreza debe calcularse en cuanto a cómo se materializa la eficiencia de los servicios públicos”. Y en ese sentido, dice, hay servicios que han mejorado pero otros no.