Desde la próxima semana, las autoridades de regulación y control financiero deberán dar a conocer las nuevas características que tendrán los cheques, cuando circulen desde los primeros días de julio.
El Ecuador, así como en otros países de la región, se inició desde abril de este año un proceso de homologación de las características de los cheques con normas técnicas internacionales, que incorporan mayores niveles de seguridad.
Específicamente, los nuevos ejemplares deben adoptar los lineamientos del Instituto Nacional Americano de Estándares (ANSI, por sus siglas en inglés). Además, utilizarán el sistema con las fuentes CMC7.
En esta primera etapa de 45 días, según la regulación emitida por la Junta Bancaria el pasado 3 de abril, tanto el Banco Central como la Superintendencia de Bancos han realizado la instrucción a las industrias gráficas y a las instituciones financieras sobre los detalles que deben tener estos cheques.
Además, deben tener listos el apoyo gráfico para difundir, de manera clara y didáctica, todos los detalles de estas nuevas características entre la población ecuatoriana.
En las industrias gráficas, el trabajo ya ha comenzado y tendrán que adaptar su trabajo a las nuevas normas, antes de que salgan al mercado los nuevos papeles de pago.
Por eso, según explica Francisco Arciniegas, empleado de una de las imprentas autorizadas para la elaboración de cheques, “durante estas semanas y hasta julio ya no se trabaja en la impresión de estos documentos. Estamos en un momento de transición y ajustando nuestros equipos y software a las nuevas especificaciones”.
Si bien la importancia de la utilización del cheque ha ido reduciéndose en los últimos cinco años, todavía se estima que entre un 10 y 15% de las transacciones financieras utilizan este medio de pago.
Así lo confirma el asesor financiero Marcelo Yánez, quien recuerda que hace unos cinco años los cheques significaban entre un 40 y 50% de las transacciones. “La tecnología evolucionó mucho estos años. Antes, las nóminas se pagaban con cheque. Hoy se lo hace vía transferencias electrónicas. Los cheques ahora sirven más como aval de garantía, como cierta seguridad para quien lo tiene o para negocios”. señala.
Entre los bancos, la educación financiera a los clientes que aún utilizan cheques también es importante. En el Banco Bolivariano, por ejemplo, se explica a sus cuentacorrentistas que siempre se fijen que sus documentos estén sellados (los nuevos tendrán una banda, como en los billetes, donde se lee, a contraluz, el nombre de la institución). Y, sobre todo, alerta de que los clientes no dejen firmados cheques en blanco.
Si bien los nuevos cheques tendrán en su forma prácticamente las mismas características, los cambios se verán en el tipo de papel, en las tintas y las formas de las letras y hasta en los sellos de seguridad.
No olvide
- El papel. Se utilizará un tipo llamado “de seguridad”. Este tipo de material es muy utilizado en partidas de nacimiento o pasaportes. Es decir, tiene un volumen levemente más grueso que los actuales, que, como usuario habitual, podrá identificarlo al tacto.
- Marca de agua. De forma similar a los billetes actuales, los nuevos cheques tendrán estos textos ocultos, que no interfieren con la información principal. Sirven como una medida de seguridad y son exclusivos de la institución financiera. Con ellos se evitan los fraudes.
- Las tintas. Esta es una especificación dirigida específicamente a las industrias gráficas. Pero, para los clientes, la forma de percatarse de que son las legales, es ver que no se corra, es decir, que las letras no se despinten con la manipulación. Así podrá verificar su validez.
- Los colores. Nuevamente, tal como ocurre en los billetes actuales, el cliente podrá ver en los cheques un cambio de color cuando se expongan a luz. Si se lo trata de ver hacia los rayos solares y se lo gira suavemente, las coloraciones deberán ser diferentes.
- Filamentos. Se trata de una especie de pelitos o pelusitas que se dispersarán en el anverso de los cheques. Estos microfilamentos son visibles a simple vista, en particular en las partes no impresas. Dependiendo de las características, no brillan ante la luz ultravioleta.
- Banda magnética. En el reverso del cheque, en la parte inferior, se habilitará una banda de impresión de caracteres magnéticos. Allí habrá un código que se determinará por la mezcla del número de cuenta del cliente, del número del cheque y de un algoritmo inteligente de cuatro dígitos.
- Leyendas. El nombre de la institución financiera también debe constar. Además, el logotipo. Estos pueden ir como fondos microlineales, distinguibles a la vista del cliente. Con ello, se podrá tener mayor seguridad de que el medio de pago pertenece a esa entidad bancaria.
- Arcoíris. También se pueden incluir en los cheques, aunque no es obligatorio, una medida de seguridad llamada irisado. Se trata de insertar reflejos luminosos semejantes al arco iris. Con ello, los clientes podrán mover el cheque y percatarse de esta señal.