Los campesinos zamoranos se niegan a pagar el impuesto a las tierras rurales

Al menos 700 finqueros de Zamora Chinchipe se declararon en rebeldía tributaria, negándose a pagar el impuesto a las tierras rurales que prevé la Ley Reformatoria para la Equidad Tributaria.

La decisión fue tomada el domingo último mediante una asamblea provincial desarrollada en Yantzaza.

fakeFCKRemoveEste impuesto rige a la propiedad o posesión de tierras igual o mayor a 25 has. La Ley prevé el pago de 7,85 por cada ha que supere las 25.

Eso, a criterio de Manuel Bueno es una limitante para emprender en el campo. Lo que más le preocupa a él es que fracase su proyecto de ganadería de leche que empezó en mayo del año pasado.

“En ese proyecto he invertido todos los ingresos que logré durante cinco años como emigrante, en EE. UU.”, cuenta este campesino de 36 años de edad.

Con lo que hizo en EE. UU. compró una finca de 110 has en el sitio Chicaña, a un precio de USD 1 000 por ha. Además, con un crédito de USD 10 600 completó, hace seis meses, una inversión de USD 120 000. Tiene la finca y 12 vacas lecheras. Además, en febrero pasado pagó USD 42 por impuesto predial rústico en el Municipio de Yantzaza. Pero le falta dinero adquirir equipos para el ordeño, así como para el mejoramiento genético de las vacas, los pastos…

De acuerdo con el valor del impuesto a las tierras rurales, Bueno deberá cancelar USD 675. Para él, ese dinero no le será posible conseguir. Actualmente, el único ingreso que tiene es de USD 140 semanal por la venta de 280 litros de leche. “Este dinero me sirve para la alimentación de mi familia y la educación de mis hijos”. Su esposa, Teodora Quichimbo (30) le ayuda en el cuidado y ordeño de las vacas. Tienen tres hijos en la escuela y uno en el colegio.

Para esta familia, el problema es que los ingresos de su finca solamente le permiten subsistir. Del total de la finca, 20 has tienen pasto en buen estado. En otras 70 hay que recuperar el pasto, mientras que el resto tiene bosque. “En esta tierra lo que más pega es el pasto y es sacrificado mantenerlo”.

Por eso, a la cita del domingo este campesino llegó acompañado por otros vecinos con la misma preocupación. Todos aplaudieron la decisión de no cancelar el impuesto y pidieron a las autoridades elaborar una propuesta de reforma a la Ley que les permita liberarse de ese pago debido a las condiciones poco productivas de sus tierras.

José Lozano (59), de la comunidad Nayapi Alto, en el cantón Nangaritza, igualmente está preocupado. Cuenta que de las 50 has que tiene su finca solamente 15 sirven para alimentar sus seis reses y sembrar guineo para su consumo. “El resto tiene montañas altas, pantanos y solo existe bosque”.

Lo mismo considera José Paz (66), de la comunidad El Dorado del cantón Centinela del Cóndor. Su finca es de 90 has y de estas 58 tienen pasto y cultivos de café, plátano y cacao. Por su predio, el año pasado pagó USD 52 de impuesto predial rústico en el Municipio. A más de los productos agrícolas tiene 15 cabezas de ganado y un crédito de USD 10 000 con el Banco Nacional de Fomento (BNF). “Con lo que genera la venta de los productos agrícolas y el ganado ya he pagado USD 3 000”.

El asambleísta por esa provincia, Cléber Jiménez propone crear una transitoria que libere a los finqueros del pago del impuesto hasta que se reforme la ley.

A través del Gobierno Provincial, los finqueros zamoranos pretenden sumar en esta causa las voces del resto de la amazonía. El Prefecto, Salvador Quishpe, justificó la posición de los finqueros y comprometió su apoyo para que sus decisiones sean respetadas. “La reforma es necesaria tomando en cuenta que los terrenos no son de grandes producciones debido a que su capa arable es débil. No es lo mismo tener una finca en Zamora que en la cuenca del Guayas”.

Para Quishpe, el cobro del impuesto es una amenaza para los campesinos porque podrían abandonar el campo.

Para evitar aquello, el Gobierno Provincial tiene en marcha un plan de apoyo a la producción orgánica. Como parte de ello se destinaron técnicos a cada cantón para apoyar en la producción agrícola y pecuaria. También está en ejecución viveros para proveer de variedades de semillas a los campesinos. Para ese plan la entidad destinó USD 250 000 del presupuesto del presente año. También tiene apoyo de la ONG Asociación Para la Cooperación con el Sur (ACSUR- Las Segovias) de España que comprometió un aporte de 244 800 Euros. Quishpe critica que iniciativas como estas sean afectadas por el impuesto a los finqueros.

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