Al cierre de este año, el Fisco habrá recibido alrededor de USD 10 000 millones en impuestos, más del doble de lo obtenido hace seis años por el Servicio de rentas Internas (SRI).
Ha sido un logro del SRI, que además ha contado con nueve reformas tributarias para afinar el cobro de impuestos, crear nuevos y subir la tasa en otros ya existentes.
El SRI también ha recibido un gran apoyo externo: el ‘boom’ petrolero, que le permitió recaudar más por la mayor liquidez. En seis años, más de USD 50 000 millones entraron al mercado interno, generando más ventas de las empresas, más consumo de la población y, por tanto, más pago de impuestos.
Si bien la recaudación tributaria ha aumentado, la estructura de los impuestos se ha mantenido relativamente igual. La mayoría de tributos son indirectos, es decir, se paga cuando el contribuyente consume. En esta categoría entran los impuestos al Valor Agregado (IVA) y a los Consumos Especiales (ICE), que han representado entre el 54 y 58% de las recaudaciones.
El Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) debiera entrar en esta categoría, lo cual aumentaría el peso de los tributos indirectos. Sin embargo, en las estadísticas del SRI es considerado como un impuestos directo, tal vez, para que se cumpla la oferta del Gobierno, de cobrar más a los que más ingresos tienen.
Lo anterior debiera reflejarse en un mayor peso de las recaudaciones por Impuesto a la Renta que, hasta octubre de este año, representaban el 33% del total. Hace seis años, ese porcentaje era 32%.