Las bolsas mundiales y el euro cayeron nuevamente ayer y el índice estadounidense Dow Jones llegó a perder casi 1 000 puntos en sesión -su máximo histórico-.
La jornada negativa en los mercados financieros se dio en medio de persistentes temores de una propagación de la crisis griega en la Eurozona. “Es un pánico bursátil”, constató Gregori Volokhine, de Meeschaert New York.
La debacle se extendió a las demás plazas europeas y las latinoamericanas.
El efecto negativo se tradujo también en un debilitamiento mayor del euro con respecto al dólar. La moneda europea, que el pasado viernes todavía se cotizaba en USD 1,33, bajó hasta USD 1,26, al cierre del mercado.
Los efectos sobre los mercados se dieron luego de que el Parlamento unicameral griego aprobó el plan de ajuste presentado por el Gobierno para evitar la insolvencia del país. Los votos a favor del ajuste de 30 000 millones de euros, fueron de 172, contra 121 votos en contra y 3 abstenciones.
El plan de ajuste afecta de lleno a la población, ya que incluye la supresión de los aguinaldos de los funcionarios y los pensionistas del sector público, el aumento de la edad de jubilación de las mujeres en cinco años, a 65, y la subida del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en dos puntos, al 23%. Además se prevé reducir las inversiones públicas.
A cambio del duro ajuste, Grecia recibirá 110 000 millones de euros de ayuda de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) , “el único modo de escapar a la bancarrota” , según el ministro de Finanzas griego, Giorgos Papaconstantinou.
Con ello, las autoridades económicas pretenden reducir el déficit fiscal al 3% hasta el 2013.
Por su parte, los analistas ven alarmados cómo la crisis griega puede propagarse. La agencia Moody’s considera que la crisis financiera griega constituye un importante factor de contagio para los bancos de varios países. El informe señala que en especial Portugal, pero también las entidades financieras de España, Irlanda y, en menor medida, de Gran Bretaña “se han debilitado desde dentro, a menudo por el excesivo crecimiento del crédito”.
Por ello, Portugal y España también han tomado decisiones de ajuste similares a Grecia para recortar sus déficits: aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), congelación o reducción de salarios de funcionarios, aumento de la edad para jubilarse.
“Estos países corren el riesgo de vivir profundas y largas recesiones durante unos tres años”, advirtió el analista Henri Sterdyniak, del Observatorio Francés de Coyunturas Económicas.
Para el analista Patricio Ávila, la crisis en Grecia tiene su alta probabilidad de propagarse. “Los inversionistas son muy sensibles. Si ven la posibilidad de contagio, inmediatamente colocarán sus recursos en posiciones más seguras, generalmente han sido los bonos del Tesoro estadounidense y hoy en un dólar cada vez más fuerte”.
Según el catedrático José Alfredo Padilla, aunque la posibilidad de contagio en la misma magnitud es baja para América Latina, sí impacta cualquier desestabilización del mercado. “Hoy, todo está conectado. Sino cómo se explica que una crisis, en apariencia lejana, haya hecho retroceder a la mayoría de bolsas de la región. Eso se explica en el vínculo que tienen estas bolsas con la de EE.UU. Cae Wall Street y es casi seguro que las otras bolsas de la región caen”.
Por su parte, el profesor de Economía, Pablo Bejarano, considera que el principal impacto para la región, y para el Ecuador, se dará a través de una baja de las remesas y del comercio con Europa.