Las inversiones extranjeras en los países en desarrollo han caído este año, salvo en América Latina, donde los flujos de inversión han sido ligeramente superiores a los de 2011, según un nuevo informe publicado este jueves por el Banco Mundial (BM).
Los países en desarrollo recibieron el año pasado unos 640 000 millones en su conjunto, según el BM, pero en 2012 “se estima que estos flujos van a estar levemente por debajo de los 600 000 millones”.
“Todas las regiones de países en desarrollo han experimentado un declive en 2012, salvo en América Latina y el Caribe”, indicó el Banco.
El retroceso de las inversiones extranjeras directas ha sido producto principalmente de la crisis en Europa y la inestabilidad generada por la Primavera Árabe, señaló el informe.
América Latina, con Brasil a la cabeza en términos de montos recibidos, “ha sido una experiencia positiva”, con una inversión extranjera “marginalmente más alta que en 2012, luego del crecimiento del 26% que se observó en 2011”, destacó.
Las inversiones han seguido en aumento pese a perspectivas de crecimiento más moderadas en la región, peores condiciones económicas en países europeos que aportan buena parte de los montos y ciertas preocupaciones por riesgos políticos en algunos países, dijo el BM.
“En el año próximo, se espera que las inversiones en la región sigan creciendo marcadamente”, en concordancia con el resto de los países en desarrollo, que en su conjunto deberían aumentar un 17% en 2013, a 697 000 millones de dólares, según proyecciones del Banco.
Pero este año los países en desarrollo, salvo América Latina, han visto disminuir la inversión extranjera directa, luego de que aumentara hasta 2011 unos 100 000 millones de dólares por año.
“La crisis de la deuda y la recesión en la zona euro, menores préstamos bancarios, precios de las materias primas fluctuantes y la persistente agitación en Medio Oriente y el norte a África” han tenido un impacto en la inversión extranjera, dijo el BM.
El Banco destacó por otro lado que las inversiones “sur-sur”, entre países en desarrollo, se intensificaron.