Ricardo Cuesta es el nuevo presidente de la Asociación de Bancos Privados. Busca un diálogo con el Régimen.
¿Cómo evalúa al sector bancario en el primer semestre del 2010, luego de un año de crisis?
Hay una importante diferencia entre el primer semestre del 2009 y del 2010. Hemos crecido en depósitos a la vista (corriente y ahorros) en USD 752 millones. Esto generó una liquidez que permitió volver a colocar crédito. Este creció en USD 603 millones distribuido en el sector productivo, donde está el porcentaje más alto, consumo, vivienda y microcrédito.
¿El crédito crece por la reducción de tasas de interés que decretó el Gobierno o porque se empieza a dar una reactivación económica?Para que el sistema financiero preste USD 603 millones más se tuvo que colocar lo amortizado. Por ejemplo, en un banco mediano como el nuestro (Promérica) tenemos una amortización de USD 24 millones en un mes promedio, pero si quiero crecer tengo que colocar USD 25 ó 26 millones para reemplazar la amortización y crecer en uno o dos millones más. Hay un esfuerzo en colocar más crédito.
¿Y las tasas de interés?
No hay costo más alto para alguien que no acceder al crédito. Este tema es importante pero no determina si alguien pide o no un crédito. Esto me lleva a pensar que las personas sí buscan la reactivación económica. El financiamiento para comprar autos, por ejemplo, es con crédito de consumo, pero muchos de estos vehículos son utilizados en los negocios. Hay un valor importante del sector productivo detrás de estos préstamos que se están reactivando. La compra de electrodomésticos continúa, usted ve en los centros comerciales las compras se han reactivado.
¿Qué impacto tuvo obligar a la banca a mantener el 45% de la liquidez en el país?
Muy poco. Los comentarios de que los banqueros tenemos la plata en el exterior financiando a otros países es político, puede dar votos y aplausos, pero la liquidez por definición es plata que no se coloca.
¿Por qué no es conveniente mantener la plata aquí?En el esquema del Ecuador, el riesgo de contaminación es muy alto. Yo deposito en el Pichincha, el Pichincha en el Guayaquil, ese en otro y a esto se llama liquidez cruzada, que si en algún momento sucede algo puede explotar. Por eso estaba afuera, en bancos que siempre han apoyado al Ecuador en comercio exterior. Por ejemplo, un banco me da una línea de comercio para apoyar a los ecuatorianos que están trayendo cosas, pero me piden a cambio algo de depósitos. Entonces, ese dinero cumplía dos cosas: las líneas de comercio exterior y cubría el riesgo. Ahora se pidió traer al país esos recursos, pero sigue siendo liquidez.
¿Por qué la banca no logra bancarizar a más personas, que es un pedido insistente del Régimen?
En términos generales en Latinoamérica no somos de los países más bancarizados, pero tampoco los menos. Los estudios que se han hecho sobre el crédito demuestran que hay un mínimo de costos de mantenimiento, operación, riesgos de pérdida (‘), que deben cubrirse para dar un préstamo pequeñito. Y esa generación de costos se cubre con la tasa de interés, no tenemos otra forma de cubrir, una vez que se eliminaron las comisiones. En ese sentido si se ve que la tasa no cubre estos costos no se deja de entregar crédito. Lo que sucede es que las instituciones se van a los segmentos más altos, si antes prestaban USD 100 ahora prestan 300, eso genera un desfase para el que ya no tiene acceso. Requerimos tasas que cubran un negocio y no generen pérdidas.
¿Qué pasó con la gente que ya no tiene acceso?
Lo que salió de la banca tomó las cooperativas, la diferencia es que son más pequeñas, están en el sector rural y hace que tengan costos más bajos. Esa gente también recurre al chulquero porque de todas maneras necesita sobrevivir. No se mercadea montos pequeños porque no cubre los costos. Es un tema de costos y no de negarse a incluir, llega un cierto límite en que no puedo cubrir los gastos y hay una rentabilidad disminuida por todo este escenario.
Pero pese a las regulaciones oficiales, el sector sigue siendo rentable’
Estamos manteniéndonos y quizás este año cerremos igual que el 2009. Cuando en la página económica de su diario sale: la banca ganó USD 217 millones, suena a un montón de dinero y para cualquier lector significa que estos gallos están ganando un montón de plata. Pero para tener esa ganancia se tuvo que invertir USD 1 900 millones, que equivale a una rentabilidad sobre patrimonio de un 12%, puede ser que sea un poco más o menos. Lo que se busca es una rentabilidad de acuerdo con la inversión, el riesgo de Ecuador y el entorno del sistema financiero de la región.
¿Por qué la banca insiste en que la rentabilidad no caiga?
Una de las cosas importantes que la gente debe entender es que la tasa de interés que cobro por la cartera es el ingreso total que tengo para pagar la tasa de los depósitos y otros costos. El saldo entre la tasa que pago y que cobro tampoco es la ganancia.
¿Entonces?
En este esquema financiero, si tomo un riesgo tengo que justificar con mi patrimonio, y si este no aumenta, de nada me servirá que crezca en depósitos. Necesito un crecimiento patrimonial que sostenga el incremento de la cartera, este es el tema no entendido. ¿Y de dónde generó más patrimonio? Voy donde los accionistas y les digo: pongan más plata, pero si, por ejemplo, les digo que están ganando 17% me pueden decir que sí, pero si les digo que están ganando menos, muy pocos querrán seguir invirtiendo.
Este esquema no ha logrado ser entendido en el Gobierno. ¿Qué hará?
Uno de los objetivos que tenemos como Asociación es que le veamos a la banca como una nueva banca. Voy a buscar acercamientos técnicos, no políticos ni ideológicos.