La constante caída de la producción petrolera privada, debido a la falta de inversiones, ha incidido negativamente en el crecimiento económico.
Ello lo reflejan los datos publicados por el Banco Central del Ecuador (BCE) sobre el primer trimestre del presente año.
La entidad da cuenta de que la extracción de minas y canteras (que incluye la producción petrolera nacional) decreció en 2,15% respecto del cuarto trimestre del año pasado.
Esta rama de la actividad hidrocarburífera se evalúa al margen de la refinación de crudo, que también tuvo un decrecimiento por el mantenimiento en la Refinería Esmeraldas.
La caída incidió negativamente en -0,26% dentro del crecimiento de la economía, entre enero y marzo pasados, cuando alcanzó apenas el 0,33%.
Esta baja de la actividad estuvo motivada mayormente por la disminución de la producción privada de crudo, que ha sido constante desde el 2006, año en que el Gobierno propuso la renegociación de contratos petroleros, proceso que aún continúa.
Según cifras del Ministerio de Recursos No Renovables, para este año se prevé una baja en la producción de crudo de las empresas privadas del 7,7% entre el 2009 y el 2010 (ver cuadro).
Este escenario va de la mano de la baja ejecución de inversiones de las compañías petroleras privadas, una tendencia que el Gobierno busca revertir con el cambio de modelos de contratos, de participación a prestación de servicios.
Para el editor de la publicación económica Análisis Semanal, Alberto Acosta Burneo, mientras no existan reglas claras para las petroleras privadas la inversión en los campos continuará en descenso. Lo que, a su vez, mermará la producción y, por ende, los ingresos para el país.
Insiste en que la renegociación es una oportunidad para que el país logre mejorar los ingresos fiscales y aprovechar los altos precios del crudo. Lo que no se logró en el 2008 por no concretarse la migración de contratos.
Destaca también que la rentabilidad para las compañías debe ser atractiva para que se queden.
El jefe del Área Académica de Economía de la Universidad del Pacífico, Jaime Cabezas, opina que el contrato de prestación de servicios es prácticamente una invitación para que las petroleras privadas salgan del Ecuador.
Ello, debido a que el modelo demanda una compañía de prestación de servicios petroleros y no de una petrolera privada que haga inversiones de riesgo.