Los auspiciantes marcan todos los espacios

El Estadio Atahualpa, en Quito.   En la entrada al estadio, las marcas de productos de consumo masivo se promocionan con vallas e  inflables.

El Estadio Atahualpa, en Quito. En la entrada al estadio, las marcas de productos de consumo masivo se promocionan con vallas e inflables.

No importa las hinchadas. Tampoco los equipos. Mucho menos los estadios. A la hora de hablar de fútbol, ninguno de sus componentes se salva de llevar el signo característico de hoy: “$”.

“Todo es un negocio en el mundo del fútbol. Nada se escapa a la vorágine de vender una marca o un concepto. Y el que mejor lo hace ve sus frutos: más hinchas, más ventas, más auspicios, más premios”, señala el experto en Marketing, Juan Andrés Arias.

Presupuestos armados. Publicidad vendida. Derechos de transmisión concretados. Pases de jugadores. Patrocinadores listos... Aun antes del pitazo inicial, los dólares están ya circulando. El resto es solo esperar que los 22 jugadores den todo en la cancha.

Y con sus uniformes llenos de marcas de auspiciantes saltan a un campo rodeado de más vallas publicitarias. Todo se vende.

Así lo explica Esteban Paz, de Liga Deportiva Universitaria de Quito. “Tratamos de que todos los espacios posibles sean ocupados. Según el tamaño y el lugar del anuncio publicitario en nuestro estadio el precio varía entre USD 5 000 y 20 000, por año”. La publicidad sostiene un 40% del presupuesto del club quiteño.

Algo similar ocurre en los estadios de Ambato y Riobamba, donde los valores de las vallas fluctúan entre rangos similares.

De los 12 equipos consultados de la Serie A, el peso que tiene la publicidad en los presupuestos oscila entre el 35 y 50%, sin incluir la venta de derechos de transmisión de los partidos.

Carlos Javier Pera, del Barcelona, explica que pese a que su equipo no ha logrado un título en 14 años, la ilusión sigue en pie. “Y eso, curiosamente, atrae a los patrocinadores, porque no quisieran dejar de festejar un campeonato. De los USD 9 millones de nuestro presupuesto, los auspicios sostienen el 40%”.

En el Monumental, todo espacio que se pueda aprovechar para vender publicidad se lo hace. La valla de La Ganga, por ejemplo, paga USD 60 000 al año. Mientras los anuncios en pantallas LED cuestan hasta USD 75 000.

En el caso de Emelec, Rafael Guevara, de la Unidad de Mercadeo, afirma que hoy los auspiciantes buscan al equipo. En el Capwell, las vallas estáticas van desde USD 20 000 y las de pantalla LED USD 40 000.

En Manta, su principal directivo, Jaime Estrada, dice que vallas, auspicios en uniformes y venta de derechos de transmisión sostienen el 70% del presupuesto.

Respecto a los precios por poner marcas en los uniformes, cada club tiene su propia estrategia y su propio abanico de precios. Pero guardan reserva sobre ello...

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