La presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner ha abierto tres frentes de conflicto internacional en el campo diplomático, económico y comercial durante los últimos meses.
La decisión de expropiar la firma hidrocarburífera YPF que en un 58% le corresponde a la petrolera española Repsol se suma a las trabas comerciales que han motivado la protesta de decenas de países y el enfrentamiento verbal con Gran Bretaña al cumplirse este mes los 30 años de la guerra de las Malvinas.
Washington expresó ayer que está“muy preocupado” por el proyecto de ley de expropiación que afecta a Repsol.
El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Mark Toner, manifestó que mientras más analizan el hecho, más lo ve como un acontecimiento negativo.
Kirchner justificó la decisión por una caída de la producción de petróleo y el alza de las importaciones de hidrocarburos al doble en el 2011 frente al 2010, que el gobierno achaca a una falta de inversiones de la petrolera.
La decisión en tanto, fue duramente criticada en España, la Unión Europea, el FMI y los centros económicos mundiales.
Adicionalmente, el Gobierno de España y Repsol redoblaron sus embates contra Argentina por lo que consideraron un “expolio” (hurto o robo).
Al margen de la crisis diplomática, el Senado argentino aprobó el proyecto para expropiar YPF y se prevé que la cámara de diputados lo apruebe la semana próxima con el apoyo de legisladores oficialistas y opositores.
En medio del debate, los senadores anunciaron también que otra empresa de Repsol-YPF sería añadida a los activos a expropiar. Repsol, que posee un 58% de YPF, insistió en que Argentina deberá pagarle USD 9 000 millones por su filial.
Del lado comercial, Argentina ha recibido cuestionamientos de EE.UU., Australia, Israel, Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Noruega, Panamá, Suiza, Taiwán, Tailandia y Turquía en el seno de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Ello, porque el Gobierno argentino mantiene, desde hace varios meses, restricciones al ingreso de importaciones al país, en un intento por preservar un deteriorado superávit comercial.
Además, Perú, Chile, México y Colombia evaluaban demandar a Argentina ante la OMC.
Otro frente abierto es con Gran Bretaña, país con el cual escaló el enfrentamiento verbal por el 30 aniversario de la guerra por las Malvinas de 1982.
En ese marco, la ministra de Industria, Débora Giorgi, propuso a gerentes de 20 empresas que importan bienes e insumos desde Gran Bretaña que reemplacen ese origen por otros países.
En medio de estos conflictos, el precio de las acciones de la compañía petrolera YPF en las Bolsas de Valores de Nueva York y Buenos Aires se desplomó ayer entre el 24% y el 30%.
Adicionalmente, el riesgo país de Argentina subió ayer a 1 015 puntos, por sobre las 960 unidades de Venezuela, el país considerado de mayor riesgo para las inversiones en la región.