El IX encuentro de presidentes de Ecuador y Venezuela se llevará acabo mañana, en Salinas, en medio de modestos resultados en materia petrolera y de comercio.
Según a la Embajada de Ecuador en Caracas, las exportaciones crecieron 40% en dólares y 140% en volumen. Pero los datos del Banco Central revelan que más del 60% de las ventas corresponden al petróleo. Las demás exportaciones, que se comercializan en menor porcentaje, enfrentan problemas por la excesiva tramitología que plantea la Comisión de Administración de Divisas de Venezuela (Cadivi).
Ya en la misión empresarial bilateral, que se realizó en febrero de este año en Quito, exportadores -como Gustavo Núñez, de la atunera Asiservy- pidieron al Gobierno que los apoyara en el registro de importadores en Caracas a través de un listado y que con ello se agiliten los procesos de venta.
En junio se hizo una segunda reunión y las demoras en la importación, así como las deudas a los ecuatorianos persistían.
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“En esa cita solo hubo reuniones con los compradores estatales y no con los privados. Creo que los acuerdos que tenemos con ellos no están ayudando. Para mí solo han tenido éxito en un 10%”, dijo Carlos Rivadeneira, miembro de la Cámara de Comercio Ecuatoriana Venezolana.
El país mantiene más de 80 convenios en los ejes de producción, seguridad, comercio, cultura, etc. con Venezuela (68 hasta el año pasado, 13 que se firmaron en marzo del 2010, cuatro en julio de ese año, un acuerdo comercial para el desarrollo en abril, entre otros instrumentos de cooperación). Tres de estos permitieron la creación de las grannacionales pesquera, cacaotera y minera, las cuales están en fase de proyectos.
En materia hidrocarburífera, la alianza entre Petroecuador y Pdvsa no ha rendido los resultados esperados, con excepción del convenio de intercambio de crudo por derivados que, según el Régimen, ha significado un ahorro al país de más de USD 300 millones en importaciones.
La producción del campo Sacha, operado desde noviembre del 2009 por la empresa mixta Río Napo -conformada por las dos estatales- bajó entre el 3% y el 9% durante todo el 2010 para recuperarse ligeramente entre marzo y abril de este año. Actualmente se extraen del campo 50 000 barriles diarios, cuando la meta era llegar a 60 000.
Por ello, el contrato que rige la operación de Sacha se renegociará en los próximos meses.
Para Edmundo Brown, ex vi-cepresidente de Petroindustrial, ello demuestra que la asesoría de Venezuela en el área hidrocarburífera ha sido ineficaz. También califica como “fracaso” la exploración de gas de Pdvsa en Puná y no ve avances en el proyecto binacional de la Refinería del Pacífico.
Tres proyectos petroleros binacionales van a revisión
La alianza estratégica entre Petroecuador y Pdvsa en materia hidrocarburífera se revisará en los tres principales proyectos por falta de frutos.
El contrato suscrito entre las dos compañías para explotar el campo Sacha tendrá cambios, por la caída de la producción en el año y medio de operación conjunta.
El ministro de Recursos No Renovables, Wilson Pástor, atribuyó la ineficiente operación a los retrasos y accidentes de las torres de perforación; los problemas en la provisión de energía eléctrica; el mal estado de la tanquería; y los costos irreales de producción estimados en el contrato.
En respuesta, se instalarán hasta agosto cuatro nuevas torres para incrementar la producción de 50 000 a 60 000 barriles diarios. Y hasta finales de julio se renegociará el contrato para determinar los costos reales de producción, incluir un plan quinquenal de inversiones y planificar un proyecto de recuperación mejorada.
Otro proyecto binacional con cambios es la Refinería del Pacífico, donde se buscarán nuevos socios para que inyecten capitales y bajen la carga de inversión tanto de Pdvsa como de Petroecuador.
Finalmente, la estatal venezolana iniciará una nueva búsqueda de gas en el golfo de Guayaquil, pero ya no en la isla Puná sino en los bloques 1 y 4. Su pedido aún se está analizando.
La excesiva tramitología frena el comercio bilateral
Un promedio de nueve trámites deben gestionar ante la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) los empresarios venezolanos, que compran bienes a otras naciones, entre ellas, el Ecuador.
Certificados de origen, documentación fitosanitaria, autorizaciones de adquisición de divisas, papeles que certifiquen la no producción de un bien en territorio venezolano son algunos de los requisitos para la importación.
Esto desalienta a los exportadores, pues la lentitud de los procesos -que toman hasta un año- lleva también a la demora en los pagos (los importadores venezolanos adeudan cerca de USD 60 millones, según Carlos Rivadeneira, parte de la Cámara de Comercio Ecuatoriana Venezolana).
Esto contrasta con el trato que se da en el país a los importadores venezolanos, que máximo deben esperar un mes para sus trámites. Los empresarios nacionales buscan un trato similar de Venezuela y esperan el apoyo del Gobierno para conseguir agilidad.
Aunque también hay preocupación debido a que el acuerdo comercial firmado con Venezuela, el pasado 11 de abril, determina que ese país se reserva la posibilidad de determinar qué productos ecuatorianos ingresan sin aranceles, pese a que el objetivo es que se mantengan las preferencias que tenían con la CAN.