Irán amenazó ayer con detener el flujo del petróleo a través del Estrecho de Ormuz si se imponen sanciones internacionales a sus exportaciones de petróleo por sus ambiciones nucleares, lo que podría detonar un conflicto militar con las economías que dependen del petróleo del Golfo Pérsico.
Las tensiones de Occidente con Irán se han incrementado desde un reporte del regulador nuclear de la ONU, del 8 de noviembre, que dice que Teherán parece haber trabajado en el diseño de una bomba atómica y que todavía podría estar llevando adelante las investigaciones con ese fin.
Irán niega esa afirmación y dice que desarrolla energía nuclear para propósitos pacíficos.
Muchos diplomáticos y analistas creen que solo las sanciones que apunten contra el sector petrolero iraní, el principal engranaje económico del país, podrían ser lo suficientemente dolorosas para lograr que cambie de curso, pero Rusia y China, grandes socios comerciales de Teherán, han bloqueado iniciativas en ese sentido en la ONU.
“Si ellos (Occidente) imponen sanciones a las exportaciones petroleras de Irán, entonces, ni siquiera una gota de crudo puede fluir desde el Estrecho de Ormuz”, dijo el primer vicepresidente iraní, Mohammad Reza.
Los ministros de la UE dijeron el 1 de diciembre que una decisión sobre sanciones adicionales se tomaría a más tardar en su encuentro de enero, pero dejaron abierta la idea de un embargo al crudo.
Las naciones de la UE, de 27 miembros, toman 450 000 barriles por día de petróleo iraní, un 18% de las exportaciones de la república islámica. La mayor parte va hacia China e India.
El crudo para febrero subió ayer a USD 101,34 por barril, el mayor precio registrado desde el 16 de noviembre pasado.