La posible subida en el precio de los boletos aéreos genera opiniones divididas entre los ciudadanos.
Ayer, en el aeropuerto de Quito, había quienes consideraban que no afectará su economía. Es el caso de Miriam González, quien utiliza una vez al mes el servicio. Ella indicó que en las aerolíneas solo viajan las personas que tienen la posibilidad de hacerlo, por lo que un incremento en el precio del tique no afectará considerablemente la situación económica de la gente.
Sin embargo, para Alexandra López, el caso es distinto. Según indicó, su esposo debe viajar una vez por semana por temas de negocios. “Este costo por movilización encarecería la oferta que presenta a los clientes, debido a que todo es una cadena”, explica.
Para Blanca Freire, otra usuaria del servicio aéreo, este incremento si afectará a su bolsillo aunque destaca que mucho más afectada sería la empresa donde trabaja, que asume con los costos del viaje.
Una situación similar es la de Kerly Cabrera, quien cada tres meses viaja a Guayaquil por trabajo y es la empresa donde labora la que cubre su movilización. Ella, por su parte, cuando sale de vacaciones prefiere ir en otros medios de transporte como bus o vehículo particular, debido a que, según indica, sus ingresos no le permiten acceder a un boleto aéreo.
Antonio Cruz es operador turístico en Galápagos, pero constantemente viaja hacia Quito, Guayaquil, Galápagos o la Amazonía. El alza sí le afectará pero cree que el mayor impacto será para el sector turístico. “Los boletos aéreos ya de por sí son caros para los vuelos domésticos , y en caso de que se incrementaran se volvería algo inaccesible especialmente para la clase media”.
De acuerdo con su experiencia, existen pequeños empresarios que viajan en avión para llegar a tiempo a sus citas de negocios. Cuando se concrete el aumento ya no podrán hacerlo fácilmente. Añade que por ello los consumidores buscarán otras alternativas como viajar en bus o taxis ejecutivos.