La coalición de gobierno de Alemania, integrada por democristianos y liberales y encabezada por Ángela Merkel, proyecta implementar un drástico programa de ahorro.
El plan de ajuste fue definido en un cónclave del Gobierno que comenzó ayer y que tenía como objetivo fijar los lineamientos para el desarrollo de Alemania en los próximos años.
El ministro del Exterior, Guido Westerwelle, dijo que se trata de una reorientación de la política para conseguir cuentas públicas sanas. “Es el momento de ahorrar”, dijo, refiriéndose a la política de recorte de gastos.
A la pregunta por eventuales aumentos de impuestos, la Canciller no los excluyó, pero respondió que el énfasis se pondrá en la reducción de gastos.
Se explicó que habrá fuertes reducciones en las ayudas sociales y en el apoyo a familias: el dinero que los padres reciben por hijos se reducirá, y para quienes reciben el seguro de desempleo estándar se eliminará completamente, lo mismo que los aportes jubilatorios.
También se eliminarán diversos suplementos y ayudas, como los extra por costos de calefacción y primas para financiamiento habitacional.
En total, el Gabinete del Gobierno decidirá medidas de ahorro en ocho áreas, pero Educación será el único sector donde subirán los recursos.
Parte de los recortes proyectados afectarán a los empleados públicos, cuyo número deberá disminuir hasta 2014 en al menos 10 000 personas.
Los empleados del Estado deberán prepararse, además, para un recorte del 2,5% en sus remuneraciones. Merkel aseguró a los 20 millones de jubilados que no pretende afectar sus estándares de vida, pero no hay que olvidar la seguridad de los más jóvenes.