El agua baja y los jornales se reactivan

Montalvo. Rafael Jiménez arranca la maleza de los  arrozales que sufrieron  inundaciones. Él consiguió trabajo después de 15 días.

Montalvo. Rafael Jiménez arranca la maleza de los arrozales que sufrieron inundaciones. Él consiguió trabajo después de 15 días.

Los jornaleros de la provincia de Los Ríos empezaron a tener trabajo, luego de 15 días de ‘para’ obligatoria a causa del fuerte invierno.

Jacinto y Rafael Jiménez arrancaban maleza de un arrozal cercano a la carretera, en el sector San Joaquín, del cantón Montalvo, el jueves. Más adentro, los sembríos estaban rodeados de lagunas de lodo originadas por la crecida del río Cristal.

El trabajo empieza a las 07:00 y se extiende hasta las 12:00, que es la hora máxima para resistir los inclementes rayos de sol y el alto grado de humedad del sector. Ganan USD 8 dólares jornal y, en el caso de Jacinto, ese dinero será invertido en la alimentación de cinco hijos menores y esposa.

“Usted no tiene idea de cómo ha sido difícil soportar estos días sin trabajo. Darles una mala alimentación a mis hijos es lo que más me preocupa”, dijo aún angustiado el campesino, quien habita en el sector denominado Caimito.

Una situación similar no se repetía desde el 2009, cuando el río también se desbordó.

Cerca de ahí, Luis Cedeño, del sector La Huaquilla, debía terminar el desmonte de un cultivo de arroz, para luego fumigar un sembradío de cacao. El objetivo es atacar las enfermedades fungosas, que proliferan en época de humedad. Alrededor de los cacaotales de la parte baja de Montalvo se observan pozas creadas con las últimas lluvias. En esa condición las plantas se estresan y eso afecta la productividad, explicó el agrónomo Fernando Gaibor. El exceso de agua tiende a disminuir en un 10% la cosecha del cacao.

Del otro lado de la provincia, en San Juan, de Pueblo Viejo, Enrique Jiménez se resignaba a perder un lote de maíz.

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Las hojas amarillentas y las mazorcas pequeñas contrastaban con otros maizales verdosos y de mazorcas robustas que se observan a menos de un kilómetro de allí, en un lugar más alto.

Según Jiménez, la inversión allí bordea los USD 800. “Aún falta mes y medio para la cosecha, vamos a ver qué resultados tendré”, expresó algo esperanzado.

En Los Ríos hay 14 853 hectáreas con afectación parcial, mientras que el daño total se registró en otras 6 462 ha de cultivos, según un reporte actualizado del Ministerio de Agricultura.

Para Pedro López, de la Asociación de Arroceros de Los Ríos, lo importante ahora es saber qué tipo de acciones se emprenderán, para minimizar los impactos socioeconómicos y productivos.

Los Ríos es una de las cinco provincias declaradas en emergencia por el invierno.

“Lo fundamental es definir un plan estratégico para dragar los ríos, en la temporada de verano, para evitar estos problemas en invierno”, dijo. Pero ello debe aplicarse a escala nacional, indicó.

Deslaves siguen en El Oro

Las lluvias dejaron susceptible el terreno en zonas altas de esta provincia. En total, el Ministerio del ramo registró 7 688 ha de cultivos afectadas y perdidas.

El 25% de esa superficie corresponde a maíz. En segundo lugar está el banano, con el 14% de las plantaciones perjudicadas.

Los deslaves también generan inestabilidad a los avicultores, porque impiden el acceso de los transportes con balanceado.

Jorge Chamaidán, director del Magap en El Oro, dijo que los sectores más afectados están en la parte alta de la provincia.

“No solo la agricultura está afectada, sino también la crianza de pollos y cerdos que no pueden recibir alimentos diariamente”.

En el cantón Piñas, en el sureste, hay un aislamiento de 300 000 pollos que no pueden recibir alimento y tienen peligro de morir. Tampoco se pueden abastecer de nuevas crías en las granjas.

Las autoridades aplicarán planes de remediación en el sector.

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