La Comisión Europea advirtió ayer contra el riesgo de que España no pueda cumplir sus objetivos de reducción del déficit público y llamó a Madrid a solventar las debilidades de su sistema bancario.
En el plano presupuestario, las previsiones de reducción del déficit del Gobierno español se asientan en expectativas de crecimiento económico “demasiado débiles en 2011 y 2012”, juzgó Bruselas en un informe.
La Comisión consideró en particular que las proyecciones del Gobierno pueden verse amenazadas por un desbarajuste de las cuentas públicas de las comunidades autónomas, que representan una parte importante de los gastos públicos totales. Las regiones superaron el año pasado los objetivos fijados.
Según Bruselas, España deberá tomar “medidas adicionales” de ahorro si la situación es peor de lo esperado. La Comisión también señaló la carga que representará para las finanzas públicas españolas en los próximos años el coste de la financiación de las jubilaciones, debido al envejecimiento de la población.
El país se enfrentará a “un alza significativa de la parte de gastos de jubilaciones respecto al Producto Interior Bruto”.
En el plano bancario, España debe “reforzar la reestructuración en curso de sus cajas de ahorro, ocupándose de la debilidad de su gobernanza”, recomendó Bruselas.
La comisión reconoce que el país ya ha dado “pasos importantes para reforzar su sistema bancario”, pero “los problemas creados por el rol de las autoridades locales en la gobernanza de las cajas de ahorro no están totalmente resueltos”.