En la negociación, que demoró tres rondas, se logró que del total de las partidas dentro del acuerdo 677 tengan un trato recíproco (dos con cupos para azúcar de 21 000 toneladas métricas) y 23 a favor exclusivo del país.
Entre estas se incluyeron partidas de la economía popular y solidaria como preparaciones de cacao, muebles, sombreros, chulpi, chochos procesados, máchica, entre otros.
“El instrumento tiene incorporados muchos de los componentes de un acuerdo comercial para el desarrollo. Toma en consideración los intereses de pequeños y medianos exportadores entre los que están comunidades agrícolas, mypimes, etc”, dijo el viceministro de Comercio Exterior, Francisco Rivadeneira.
El funcionario explicó que también se busca lograr complementariedad con ese país para la comercialización mancomunada de productos de línea blanca, así como confecciones y textiles.
Esa visión la comparte el presidente de la Cámara de Industrias de Cuenca, Augusto Tosi, quien señaló que ese país y el resto de centroamericanos son de gran importancia para el comercio nacional. Por esa razón fue que en el 2004 iniciaron un acercamiento con los mismos.
En ese entonces la Unidad de Comercio de la Cámara de Industrias de Cuenca y la Universidad del Azuay realizaron un primer estudio de apertura de mercados con dos países: El Salvador y República Dominicana.
A partir de la identificación de una potencial demanda de productos industriales cuencanos en esos y otros países, según Tosi, se remitieron al Gobierno oficios para buscar acuerdos en los que el Ecuador podría tener “un interés ofensivo en lo agrícola y lo manufacturero”.
En esos documentos se adjuntó una y otra vez el estudio realizado por la Unidad de Comercio, promoviendo las conversaciones con los países de Centroamérica y el Caribe, cuyos mercados ofrecían “oportunidades de crecimiento para del país”.
Tras este proceso se lograron algunos acercamientos, principalmente con El Salvador, Honduras y Guatemala. Este último país mostró interés por un acuerdo comercial apenas a finales del 2010 y se logró concretarlo a mediados de abril de este año.
Una vez firmado el acuerdo se logró que de las 675 partidas (descontando las dos que tienen cupo de azúcar) 594 alcancen desgravación inmediata a partir de la aprobación y el resto con plazos de entre tres y cinco años.
“Con este convenio no solo se permite acceso a nuestros productos sino que se nos abren las puertas para negociar acuerdos con el resto de naciones de Centroamérica, como Nicaragua (con la que ya tenemos el calendario de diálogos bilaterales), Costa Rica y El Salvador”, dijo el viceministro Rivadeneira.
Precisamente con este último país los industriales cuencanos ya tuvieron un acercamiento. Ellos firmaron con la Cámara Salvadoreña de la Construcción un convenio con el fin de comercializar una serie de productos de interés para ambas naciones.
Este el primer paso para incrementar el comercio con la región y luego, de acuerdo a perspectivas del Gobierno, intentar concretar un acuerdo comercial para el desarrollo con México, para lo cual esperan la visita al país del presidente Felipe Calderón.